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Playas de Baleares, un paraíso donde pisar arena blanca y sumergirse en agua de cristal

El archipiélago balear posee algunas de las mejores calas y playas del Mediterráneo

La Playa de Alcúdia es la favorita de muchos residentes y turistas. | pixabay

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Ser turista en Baleares es un privilegio puesto que las Islas satisfacen prácticamente todos los sueños vacacionales por los que uno suspira durante todo el año. Buen tiempo, agradable brisa marina, gastronomía sensacional, pueblecitos con encanto y sobre todo increíbles playas y calas que descubrir, llenarán bien la agenda del visitante.

Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera son centro de atención para el turista internacional, nacional, pero también para el local, que se fascina redescubriendo lugares que tenía olvidados.

A continuación, un repaso de solo algunas de las playas y calas que usted puede visitar y disfrutar. Encontrará desde largos arenales de arena blanca o pequeñas calas en las que acomodarse sobre piedras... Pero recuerde, visitarlas debe hacerse siempre desde el respeto al entorno, a su flora y su fauna.

MALLORCA

Caló del Moro, se trata de una playita situada junto al municipio de Santanyí. Es una plaua semiurbana con una importante belleza paisajística, de arena blanca y grava, es una de las opciones más destacadas entre el turismo. Se haya enclavado entre paredes sembradas de pinos y matas entre otra vegetación.

Caló del Moro.

Playa de Alcúdia, con casi 3,5 kilómetros de extensión esta playa es la favorita de familias, deportistas de kitesurf, paddle surf o volley playa. Se encuentra en el Port d'Alcúdia y cuenta con un paseo a lo largo de todo el arenal blanco. En primera línea varios hoteles saludan al mar y está dotada de importantes servicios.

Playa de Alcúdia.

Cala Agulla, a 1,8 kilómetros de Capdepera, fue declarada en 1991 Área Natural de Especial Interés por el Parlament de les Illes Balears. Esta costa, rodeada de pinar frondoso con ejemplares de grandes dimensiones, es una bahía pequeña con rocas de altura escasa y arena finísima. Su anchura se puede reducir o ampliar hasta 10 metros, debido a las corrientes y la época del año. Con acceso sencillo por carretera y aparcamiento tarifado, cada año registra una afluencia masiva de bañistas locales y turistas.

Cala Agulla.

Cala Comtessa, a 9 kilómetros de Palma, se conoce popularmente como Illetes (junto a Punta des Bufador y Platja d'Illetes). Con entrada en el mar en forma de rectángulo, muchas personas aprovechan sus pinos y rocas bajas para tumbarse al sol. Además, desde su costa se puede ver el islote de Caleta. El acceso por carretera es sencillo siguiendo la señalización viaria. En vehículo particular se podrá estacionar de manera gratuita en un aparcamiento pequeño, situado junto a esta playa. Hay escaleras para acceder al arenal.

Cala Comtessa.

Cala Deià, a 10 kilómetros de Sóller, se caracteriza por su bello entrante al mar, rodeado de acantilados medianos con garriga y pinar. Compuesta por arena gruesa y graba cuenta con un embarcadero pequeño, varaderos y restaurantes, muy elogiados por sus arroces y peces a la plancha. El acceso por carretera es sencillo siguiendo la señalización. En los alrededores hay un aparcamiento, aunque suele estar lleno y se recomienda bajar andando. Es habitual en verano coincidir con personajes populares de ámbito internacional.

Cala Deià.

Cala Figuera, a 13,4 kilómetros del Port de Pollença, resalta por su característico entrante en forma de u entre acantilados. Arena y cantos rodados, recubiertos de alga posidonia, alfombran este talud donde desemboca una torrentera. La vegetación predominante es el monte bajo de lentisco, palmito, así como arbustos. El acceso por carretera es sencillo y registra una afluencia baja de turistas. Se recomienda bajar a pie los últimos 1.400 metros sobre una pista de polvo y piedras en malas condiciones. Así se descongestiona la explanada final, usada como aparcamiento y de donde sale una escalinata que conduce a esta playa.

Cala Galiota, esta preciosa cala de carácter urbano se encuentra en la Colònia de Sant Jordi. La playa combina una fina arena blanca y piedras, también es fácil toparse con posidonia al caminar. Suele estar frecuentada por el visitante local y los habitantes de alrededor. Su orilla rocosa contrasta con un fondo de arena en el mar. La profundidad es un aspecto a tener en cuenta si se va con niños o personas que no saben nadar con agilidad.

Cala Galiota.

Cala Major, a 4 kilómetros al oeste de Palma y muy cerca del palacio de Marivent, sufrió a finales del siglo XX una regeneración artificial para recuperar su imagen y uso mediante la incorporación de toneladas de arena, aunque se mantuvo su roquedo natural. Un pequeño espigón, utilizado como solarium, secciona en dos partes Cala Major. Su cercanía a Palma hace que sea una playa urbana de afluencia masiva de bañistas locales y turistas. El aparcamiento para vehículos particulares está tarifado.

Cala Mendia, a tres kilómetros de Portocristo, es un entrante de mar que se introduce 150 metros tierra adentro y que muere en un arenal de grano fino y de color blanco, ancho y extenso. Cala Mendia parece una piscina natural de tonos blancos y azules cuando soplan los vientos de componente del norte-noroeste-oeste y sirve de punto de partida para realizar una travesía a nado hasta la próxima Cala Anguila. El acceso por carretera es sencillo. Registra una gran actividad hotelera y de restauración y cuenta con una afluencia masiva de bañistas turistas.

Cala Mendia.

Cala Millor, a 3 kilómetros de Son Servera, suma 1.800 metros de longitud: 1.320 pertenecen a Sant Llorenç des Cardassar y el resto formen part de Son Servera. Esta costa nace como zona hotelera a finales de los años ochenta. Esta playa urbana es un arenal extenso, de blanco grano fino, escasa pendiente, agua azul, transparente y bancos de alga posidonia, con avistamiento de delfines y donde se practica buceo y windsurf. El acceso por carretera es sencillo siguiendo la señalización viaria y registra una afluencia masiva de bañistas locales y turistas.

Cala Pi, a 17 kilómetros de Llucmajor, toma su nombre de los pinos que la rodean y del torrente que desemboca en sus aguas. Esta playa penetra medio kilómetro tierra adentro entre dos paredes verticales de más de 30 metros de altura, recibiendo al visitante una torre de defensa del siglo XVI. Su arena es fina, apenas tiene desnivel, ocasionalmente se concentran algas en su talud y en sus alrededores se levanta una zona residencial. El acceso por carretera es sencillo y dispone de aparcamiento gratuito para vehículos particulares. Se deberá descender por unas escaleras con gran pendiente para llegar hasta Cala Pi.

Cala Pi.

Cala Torta, a 10 kilómetros de Artà, es la playa de mayores dimensiones de este municipio. Este bello arenal entre roquedales bajos y montes de tomillo, lentisco, mucho palmito y escasos pinos, procede de un entrante de mar no muy prominente que muere en un sistema dunar. Esta playa asilvestrada tiene mucha pendiente. La carretera es sinuosa, empinada y su estado de conservación es deficiente. El vehículo particular se podrá aparcar gratuitamente en las inmediaciones. Debido a la disposición morfológica y exposición a los vientos de esta playa, se debe prestar atención a las condiciones meteorológicas que desaconsejen el baño y el fondeo de embarcaciones.

Cala Torta.

Cala Tuent, a 40 kilómetros de Sóller, es un entrante de mar que ha excavado unos dos hectómetros hacia el interior de Serra de Tramuntana, desembocando en una playa semicircular entre roquedales, cuyas vertientes presentan pinares frondosos. La arena de la primera línea da paso a cantos rodados y grava gruesa en la composición del sustrato de este tramo paradisíaco del litoral escorquer. El acceso por carretera es sencillo y el vehículo particular se deberá estacionar por los huecos existentes en las inmediaciones de este pedregal. Las características paisajísticas y de accesibilidad descritas explican una afluencia alta de bañistas locales y turistas.

MENORCA

Cala Turqueta, esta cala está partida gracias a un saliente rocoso y está ubicada entre Tambors y na Foradada y bajo la Talaia d'Artrutx. Cuenta con un importante pinar, de hecho está protegido por el Área Natural de Especial Interés de la costa sur de Ciutadella.

Cala Turqueta.

Cala Escorxada, a esta cala se accede caminando a por el mar. Tiene una forma maravillosa circular y la rodea una vegetación de pinos preciosa digna de plasmar en un cuadro. Arena fina y blanca escoltada lejos de cualquier bullicio y se encuentra al sur de la isla, dentro del Área Natural de Especial Interés Me-13.

Cala Escorxada.

Cala Macarella, es una de esas calas que siempre se tienen en mente si se conoce un poco Menorca. Salpicada de acantilados, para acceder hay que caminar y la recompensa se verá con el turquesa de las aguas y las encinas y pinos que la flanquean. La Macarelleta junto a Macarella tiene un frágil sistema dunar.

Cala Macarella.

Playa de Son Bou, un arenal de unos 3 kilómetros de arena bronceada por el sol, para llegar a ella se debe cruzar el humedal Prat de Son Bou. En esta playa encontraremos el mayor sistema dunar y la segunda zona húmeda en importancia tras s'Albufera des Grau de Menorca. Cerca de ella, se puede visitar las antiguas necrópolis del período talayótico y basílica paleocristiana.

Cala Galdana, es bulliciosa, turística pero preciosa, de arena blanca y aguas cristalinas. Sus más de 400 metros la convierten en la elección perfecta para las familias al sur de Menorca.

Cala Galdana.

Playa Cavalleria, la muy llamativa playa menorquina reluce por su arena de color rojo y gruesa. Su vegetación destaca por los socarrells y por las dunas.

IBIZA

Playa d'en Bossa, tiene la preciosa estampa de Dalt Vila a sus espaldas, es una larga playa de casi tres kilómetros donde se reparten zonas más concurridas y zonas más tranquilas. En ella es fácil practicar algunos deportes acuáticos como el paddel surf. Es a su vez, una de las más famosas entre los turistas, llamados por su arena fina y aguas cristalinas.

Playa d'en Bossa.

Cala d'Hort, arenal que se encuentra en Sant Josep de Sa Talaia y Reserva natural por su alto valor paisajístico. Es una cala muy apreciada para disfrutar de las puestas de sol. Cuenta con 150 metros de longitud y presume de tener una arena blanca y fina. Cerca tiene algunos restaurantes aunque su aparcamiento en los alrededores no es fácil.

Ses Figueretes, es una playa de lo más céntrica, desde ella apenas se tardan unos minutos en llegar al centro. Cien metros de largo no la convierten en una de las playas más largas pero sí en una de las más visitadas por su fácil acceso. Contempla un paseo marítimo agradable que miran al casco antiguo de Ibiza. En ella se admiten mascotas.

Benirrás está cerca de Sant Joan de Labritja, en el norte. La protegen colinas llenas de pinos combinando así el azul de sus aguas con el verde pinar. Destacan sus vistas al islote Es Cap Bernat.

Benirrás.

Punta Galera, en San Antonio de Portmany, esta pequeña calita se enmarca por un acantilado rocoso y goza de cierta intimidad y tranquilidad. Otro de los lugares más mágicos de Ibiza para una puesta de sol. No es raro ver en ella gente practicando yoga.

Punta Galera.

Cala Comte, es un arenal de San José con llamativas aguas turquesas y un paisaje salpicado por islotes como Sa Conillera, Es Bosc, Ses Bledes y S'Espartar.

Cala Comte.

FORMENTERA

Playa de Migjorn, es la playa más grande de la pequeña isla al sur del archipiélago. Con arena blanca, agua transparente y que protagonista del disfrute de turistas y locales. Cuenta con gran oferta gastronómica a sus alrededores.

Playa Migjorn.

Playas de Illetes, desde esta playa se puede ver Ibiza y Espalmador. Es muy frecuentada y se encuentra dentro del parque natural.

Playa de Illetas.
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