La ruta empieza en el mismo aparcamiento de la Ermita de la Victòria, a la que se llega sin problema desde Es Mal Pas (Alcúdia). Este templo conserva la famosa imagen de la Virgen de Victoria, patrona de Alcúdia. El origen del santuario se puede situar a principios del siglo XV, cuando lo habitaba fray Diego García.
Duración: 2h.
Dificultad: Baja.
Equipo: Buen calzado, agua y protección solar.
Agua: Sí (ermita), pero no confiarse.
Ayuda: Mapa ING.
Según es tradición, la imagen de la Virgen que se halla en el interior intercedió para que los habitantes de Alcúdia vencieran en 1522 a los revolucionarios mallorquines llamados Agermanats y, en 1551, a unos piratas musulmanes que habían desembarcado en la zona.
➡ Camino de la Penya Roja
Por la parte posterior del templo arranca el camino que lleva tanto a la Talaia d'Alcúdia como a la Penya Roja. Después de superar una barrera que limita el paso a los vehículos, la pendiente se acentúa notablemente. A ambos lados del camino dominan las masas de garballó, planta característica del norte y también del suroeste de la Serra. Un poco más arriba, el camino dibuja una curva a la derecha, donde nace el sendero que nos llevará hasta la Penya Roja (señalizado).
➡ Túnel
El sendero avanza sin prácticamente desnivel y con el trazo muy bien marcado. Los primeros metros atraviesan un espeso pinar. Poco más adelante, la vegetación disminuye y el paisaje se abre, con bellas vistas de la península de Formentor. El tramo más espectacular se halla bajo los acantilados de la montaña, que nos quedan a la derecha.
El camino se aferra a la peña ya traviesa un pequeño túnel volado que nos deja en el otro lado de la montaña. Aquí se hallan diversos restos militares (aljibes, casetas, etc.). El lugar es un magnífico mirador sobre el Cap Pinar y la península de Formentor.
➡ Canó des Moro
Por un sendero rocoso (sur) ascendemos en dirección a la cima (354 m). En un punto deberemos ayudarnos de las manos. En el collado que la precede hay un horno de bala roja, que servía para calentar los proyectiles del cañón que se ubica en la cima, llamado popularmente el Canó des Moro. Las vistas de las montañas de Artà, Fomentor y de la bahía de Alcúdia son espectaculares.
Los primeros datos que se conocen del lugar se remontan a 1521, cuando se habla de la presencia de un vigilante en esta atalaya natural. En 1604 se decidió artillar la atalaya, pero por diversos motivos económicos y prácticos el cañón no subió allí hasta el año 1630.
➡ Vuelta
Después de haber disfrutado del entorno, volvemos a la ermita por el mismo camino.
La ruta y el itinerario gráfico