La Serra de Tramuntana, declarada por la Unesco patrimonio mundial en la categoría de paisaje cultural, constituye un ejemplo excepcional de paisaje agrícola mediterráneo. Vertebra el noroeste de Mallorca y se extiende a lo largo de unos 90 km, con una anchura máxima de 15 km, sobre el territorio de 20 municipios de la Isla
Esta cadena montañosa ofrece una combinación de sistemas hidráulicos y zonas de secano, especialmente olivares, delimitadas en bancales edificados en las laderas montañosas. Un entorno único rico en fauna y flora.
La mejor forma de descubrir uno de los espacios naturales más emblemáticos de Mallorca es recorrer la Serra siguiendo alguna de las siguientes rutas que se proponen.
Ruta de la 'pedra en sec'
Esta ruta para senderistas tiene en la actualidad 167 kilómetros abiertos y señalizados: 85 kilómetros corresponden al itinerario principal y 82 kilómetros que forman parte de las variantes. Hay cuatro etapas completamente abiertas que enlazan Deià con Pollença, y un tramo entre Banyalbufar y Esporles. La ruta se sustenta principalmente en la red de antiguos caminos restaurados por el Consell de Mallorca.
Este recorrido se señaliza como GR 221 y permite visitar vestigios históricos, conocer mitos y leyendas, además de conocer la gastronomía y la artesanía local. Hay editados diversos folletos e incluso existen aplicaciones que aportan toda la información sobre los paisajes construidos de piedra en seco de la Serra.
La ruta de la ‘pedra en sec' se acerca a menudo a la costa y, en algunos tramos, a las cimas más elevadas de la sierra, y debido a la climatología de la Isla es practicable la mayor parte del año. Esta ruta permite disfrutar no solo del paisaje, sino también de la fauna, ya que las montañas sirven de refugio a muchas especies singulares. En cuanto a la flora, el encinar es la comunidad forestal más característica de la comarca, aunque durante la ruta se pueden ver otro tipo de flora.
Ruta del Tren de Sóller
Una forma cómoda y atractiva de explorar la Serra de Tramuntana es el tren de Sóller. Con salida en la plaza España de Palma este ferrocarril con vagones de madera supera la barrera de la Serra d'Alfàbia, con 496 metros de altura. Un trayecto que se realiza desde el 1912 y que pasa por un viaducto, varios puentes y más de una decena de túneles.
Una vez en Sóller, destaca la estación de ferrocarril ubicada en un edificio con detalles modernistas que cuenta con una exposición con obras de Picasso y Joan Miró, la Iglesia de Sant Batomeu y el Banco de Sóller. Además, un tranvía de madera une la ciudad de Sóller con su puerto, uno de los más importantes de Mallorca y que guarda el encanto de un pueblo de pescadores.
Ruta literaria de Valldemossa, Deià y Pollença
Una opción perfecta para los amantes de la cultura. Uno de los lugares más conocidos de Valldemossa es la Cartoixa, donde se alojaron George Sand y Frédéric Chopin. Sand escribió Un invierno en Mallorca, libro que recoge sus experiencias con los mallorquines. Otro de los enclaves más destacados de la zona es el Monasterio de Miramar, fundado en 1276 por el rey Jaume II a petición de Ramon Llull con el objetivo de formar monjes; siglos después fue adquirido por el Archiduque Luis Salvador de Austria.
También en Deià está presente la figura del archiduque, que en 1870 se hizo con la possessió de Son Marroig, convertida en la actualidad en museo. El escritor británico Robert Graves también vivió en este municipio desde el año 1929 hasta su muerte; su casa, Ca n'Alluny puede visitarse.
Y por último en Pollença, más en concreto en la península de Formentor, se celebran las Converse Literàries, una cita que reúne a escritores de todo el mundo para debatir sobre literatura.