Los viajes con la casa a cuestas cada vez cobran más protagonismo. Las caravanas y autocaravanas son cómodas, cumplen dos de las funciones más importantes en unas vacaciones (ser el transporte y el alojamiento) y dan sensación de libertad a la hora de organizar la ruta y la estancia.
Tanto una opción como la otra son igual de válidas para disfrutar, pero, ¿qué diferencias hay entre ambas? Las caravanas son un remolque: precisan de un vehículo tractor (que sería el coche particular) que las mueva.
Las autocaravanas, sin embargo, son vehículos a motor que tienen 'independencia' en este aspecto y que, además, están diseñados con tamaño suficiente para hacer también de vivienda.
¿Y qué pasa con las camper? Pues esta modalidad hace referencias a furgonetas comerciales que han sufrido una transformación de su parte de carga para ser habitables.
Dependiendo de las necesidades logísticas, habrá que elegir un modelo u otro. Por un lado, las caravanas son más económicas y permiten disfrutar el vehículo a motor para hacer turismo de una manera más cómoda una vez que se ha dejado el remolque instalado en el camping. Por el contrario, es más complicado instalarla en el coche y lleva más tiempo. Además, solo puede estacionarse dentro de un camping.
Por otro lado, las autocaravanas son cómodas, pueden estacionarse en la vía pública (siempre y cuando no se acampe) y su conducción es más sencilla, ya que no cuenta con remolque. Pero, sin embargo, su precio es mucho más elevado, cuesta más de aparcar y de moverse en ciudad con ella.
En lo que respecta a las camper, aúnan lo bueno y lo malo de estas dos modalidades: son cómodas de conducir, aunque cuesta encontrar aparcamiento con ellas, y son más baratas que las autocaravanas, pero es cierto que su espacio es también más limitado.