La conservada arquitectura, la estructura rural de sus calles, el ambiente y los rincones con encanto, así como los monumentos y vestigios de otras épocas que presentan los muchos pueblos medievales que se pueden encontrar en España, son una muy buena opción para hacer una visita.
Así, quien vaya a hacer una escapada de fin de semana o pasar unos días de vacaciones en una zona cercana a uno de estos diez pueblos medievales, se recomienda pasar a visitar estas zonas con mucho encanto, que sorprenden tanto de día como de noche.
Uno de los pueblos medievales por excelencia en España es, sin duda, Olite. Se encuentra en Navarra y, nada más llegar, este pueblo es capaz de transportar a los turistas a otra época. Se puede visitar el Palacio Viejo o de los Teobaldos, las galerías medievales, la Torre del Chapitel, el Palacio de los Reyes de Navarra, así como sus iglesias y conventos.
En Cataluña, Tossa de Mar es otra de las ciudades medievales que se encuentran en España. Su mayor atractivo turístimo es la Muralla de Tossa de Mar, que fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional y una de las curiosidades es que es la única población medieval fortificada que hay en la costa de Cataluña.
Sepúlveda es un municipio que pertenece a Segovia. Todo el pueblo está declarado conjunto histórico-artístico. Así, es muy recomendable dejarse encantar por la magia medieval de sus calles y contemplar la panorámica y las vistas que ofrece su mirador, ya que este pueblo está situado en el entorno del parque natural de las Hoces del Río Duratón.
Castellar de la Frontera, en Cádiz, es otro de los pueblos que conserva vestigios de la época medieval. Dividido en tres núcleos urbanos, el Castillo de Castellar se encuentra en el denominado Castellar Viejo y es una fortaleza que se construyó entre los siglos XII y XV. Además posee otros monumentos que merece también la pena visitar.
Alquézar, en Huesca, es otra población que ha conservado la estructura medieval en sus calles y casas y se puede visitar la colegiata-castillo de Santa María la Mayor, que fue construida en el siglo IX, que se encuentra coronando el pueblo desde lo alto.
Montblanch es un pueblo que se encuentra en Tarragona y cuyo casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico-Artístico. Así, visitar este municipio es adentrarse en un recorrido sin fin de calles medievales, con ermitas, iglesias, museos de interés, conventos, casas señoriales, palacios... todo ello, dentro del recinto amurallado con el cuenta, de unos 1.700 metros de longitud.
Peñafiel es otro pueblo de España, concretamente, de Valladolid, que cuenta con un castillo medieval de entre los siglos IX y X, muy bien conservado, al igual que su muralla. También es interesante la visita a la Torre del Reloj de Peñafiel, ubicada en el barrio antiguo del pueblo.
Olvera es un pueblo de Cádiz que forma parte de la conocida Ruta de los Pueblos Blancos. Aquí las casitas blancas y los monumentos y zonas de interés hacen de este lugar un sitio con mucho encanto. Así, merece la pena visitar la Iglesia Nuestra Señora de la Encarnación, el Castillo Árabe o los restos de la muralla musulmana, así como sus calles y plazas.
Besalú está en Girona. Este pueblo conserva a la perfección la estructura de un pueblo medieval, con un recinto amurallado al que se accede a través de un puente romano. Además, posee también los baños judíos, la iglesia del monasterio de San Pedro de Besalú y San Julián, la casa Cornellá o la sala gótica del Palacio de la Curia Real, entre otras edificaciones.
La Alberca, en Salamanca, es uno de los pueblos más conocidos de este territorio. Su plaza rodeada de balcones con flores, al igual que el resto de las viviendas del pueblo, convierten esta zona en un lugar con mucho encanto. Además, las casas de piedra y madera se conservan al estilo y la arquitectura tradicional a la perfección.