Se conoce como pueblos blancos a aquellas zonas donde, debido al intenso calor, todas las fachadas de las casas y viviendas se pintaron de blanco, una forma conocida de evitar el calor en el interior.
Así, estos pueblos se han hecho famosos por el encanto que produce contemplar su estampa y paisaje o el encanto que tiene pasear por sus calles. De hecho, en Andalucía, es muy conocida la Ruta de los pueblos blancos, bastante frecuentada por turistas.
La Ruta de los pueblos blancos comprende una serie de varios municipios, principalmente, de Cádiz y de Málaga, aunque se pueden encontrar pueblos blancos en Córdoba, Almería y otras provincias de Andalucía.
Iznájar es un ejemplo de pueblo blanco en Córdoba, que posee además el castillo de Hisn-Ashar. También se encuentra en Córdoba el pueblo de Zuheros, también teñido completamente de blanco y rodeado de un entorno natural.
En Cádiz, Setenil de las Bodegas es uno de los pueblos blancos más conocidos y está declarado Conjunto Histórico, aunque se pueden encontrar muchos otros. Por ejemplo, Arcos de la Frontera el municipio más poblado de la comarca de Sierra de Cádiz y también el más extenso, además de ser un importante lugar para el turismo interior. También está Zahara de la Sierra, un municipio tintado de blanco que, además, se encuentra en el centro del Parque natural Sierra de Grazalema.
Por su parte, en Málaga también se pueden encontrar pueblos blancos, tales como Atajate, situado en el Valle del Genal, en la conocida como Serranía de Ronda. Otro ejemplo es Casares, que cuenta con bonitos atractivos como el puente y acueducto de los Baños, la Torre de la Sal o los restos del Castillo de Casares.
Además, se pueden encontrar pueblos blancos en otras zonas fuera de Andalucía. Es el caso de Extremadura, donde se puede visitar Fregenal de la Sierra, un municipio en Badajoz, en Sierra Morena.
En las Islas Baleares, Binibeca es un pequeño pueblo de pescadores situada en Menorca, con estrechas calles constituidas con casas blancas. También está San Luís, otro precioso pueblo al pie de las cristalinas aguas de las islas.
Por último, en Cataluña se encuentra Cadaqués, concretamente, en Girona. Conocido por ser uno de los pueblos preferidos por Dalí, mantiene las fachadas de sus casas de color blanco. Actualmente, se puede visitar la casa museo del pintor frente a la bahía de Port Lligat.