Desde el estreno de Challengers, la película protagonizada por Zendaya, Mike Faist y Josh O'Connor, la estética inspirada en el tenis se ha puesto en el punto de mira. Esto, acompañado del éxito en Wimbledon y los próximos Juegos Olímpicos, deja a la tendencia 'tenniscore' como la gran estrella del verano. Con un clara imitación al uniforme de los tenistas, esta moda emula la imagen de los deportistas a través polos blancos, prendas de punto y minifaldas de tablas. Marcas como Lacoste y Ralph Lauren son algunas de las protagonistas.
«A través de la creación de contenidos y el desarrollo de productos, este aumento de la popularidad de la ropa de tenis ha acabado por definir la nueva tendencia que vemos y que muchos llaman 'tenniscore'», explicaba Jason Kim, exvicepresidente de marketing en Lacoste, sobre el auge de la cultural del tenis. Enseguida, todas las cadenas del sector se han querido sumar a la moda. El objetivo es evocar la comodidad de un look deportivo mientras se mantiene la elegancia tradicional del tenis.
La estética del club se caracteriza por varias prendas, como las chaquetas de punto, los polos de manga corta con el característico logo bordado, las faldas con plisados que evocan un aire sofisticado. También incluyen chalecos de ochos, y accesorios imprescindibles como las gorras, viseras y cintas de pelo. Sin embargo, el aspecto fundamental son las zapatillas de estilo 'retro', siendo los modelos blancos más clásicos de marcas como Adidas o New Balance una apuesta segura para completar el look relajado y atemporal.
Inspiradas en la normativa de campeonatos icónicos como Wimbledon, la tendencia 'tenniscore' ha sido adoptada por 'celebrities' de todas las edades, desde Julia Roberts hasta Bella Hadid. Esta tendencia subraya la influencia de las reglas tradicionales del tenis en la moda actual. «Los competidores deben estar vestidos con ropa de tenis adecuada que sea casi completamente blanca, y esto se aplica desde el punto en que el jugador ingresa al perímetro de la cancha», expone la primera de la larga lista de normas que condicionan el atuendo de los jugadores en el torneo inglés.
La actriz norteamericana ha optado por un vestido blanco de Gucci que destaca por sus elegantes bandas en rojo y blanco, las cuales contrastan sutilmente en el escote, el bolsillo en el pecho, el bajo y las mangas. Este diseño no solo resalta su estilo personal, sino que también se alinea perfectamente con la tendencia actual, aportando un toque moderno y sofisticado a la clásica paleta de colores del 'tenniscore'. La combinación de estos elementos presenta cómo la moda deportiva y la alta costura pueden fusionarse para crear un look cómodo y a la vez refinado.