El uso del hielo en el cuidado facial es una práctica que ha capturado recientemente la atención de muchos, prometiendo desde un rostro más brillante hasta una reducción visible de la inflamación y los signos de envejecimiento. Pero, ¿qué tan fundados son estos beneficios? A continuación te indicamos lo que la ciencia y los expertos tienen que decir al respecto.
La aplicación de hielo sobre la piel no es una novedad en el ámbito de la belleza. Famosos y expertos en cuidado de la piel a menudo citan sus efectos positivos, que incluyen desde un aumento en la luminosidad de la piel hasta una mejora en la absorción de productos cosméticos. La dermatóloga Geetika Mittal Gupta destaca varios beneficios de esta práctica, como el alivio del acné, la disminución de la hinchazón bajo los ojos y la reducción de los signos de envejecimiento, gracias a la capacidad del frío para contraer los vasos sanguíneos y mejorar la circulación sanguínea. Los defensores de este método en la rutina de belleza argumentan que su aplicación puede ofrecer una serie de ventajas, tales como:
Luminosidad aumentada: El hielo puede ayudar a contraer los vasos sanguíneos, lo que a su vez puede reducir la apariencia de poros y arrugas, ofreciendo un aspecto más luminoso y radiante.
Mejora en la absorción de productos: La aplicación de hielo antes de los productos para el cuidado de la piel puede incrementar su penetración y eficacia.
Reducción de hinchazón y signos de envejecimiento: La vasoconstricción inducida por el frío puede disminuir la hinchazón, especialmente alrededor de los ojos, y atenuar las líneas de expresión y arrugas.
Precauciones
A pesar de sus aparentes beneficios, es importante utilizarlo con precaución. La Academia Americana de Dermatología advierte sobre el riesgo de quemaduras por frío si el hielo se aplica directamente sobre la piel sin una barrera protectora, como una toalla fina. Además, se recomienda limitar cada sesión a no más de un minuto en cualquier área específica para evitar daños.
¿Vale la pena incluir el hielo en tu rutina?
El consenso general entre los expertos es que, si bien este producto puede ofrecer beneficios temporales en términos de reducción de inflamación y luminosidad de la piel, su uso debe ser complementario a una rutina de cuidado de la piel bien establecida y no como un reemplazo de tratamientos dermatológicos probados. Como siempre, la clave está en la moderación y en escuchar las necesidades específicas de tu piel. La ciencia detrás del efecto del hielo en la piel sigue explorándose.