El calzado veraniego debe reunir dos requisitos clave: elegancia y comodidad. La gran apuesta que une a las royals es siempre un par de cuñas de esparto. Se trata de una opción muy versátil, especialmente de viaje, que combina un estilo artesanal y desenfadado, a la vez que mantiene la elegancia de lo atemporal. Pese a las modas, las espardeñas resisten como un básico en los armarios más sofisticados. Kate Middleton, la reina Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía, Matilde de Bélgica, Máxima de los Países Bajos... todas guardan un par en su zapatero.
Para la playa, salir a tomar algo, para una boda, ir a trabajar... la versatilidad de estos básicos es infinita. De origen español, este calzado artesanal da la posibilidad de jugar con la altura del tacón. En Zara encontramos unas destalonadas en tejido crochet, a punto de colgar el sold out, están disponibles en color beige por 49,95 euros. En la misma línea, pero con suela plana, estas atadas con tiras se pueden comprar por 29,95 euros. Este zapato se reinventa con infinidad de colores y tejidos. Generalmente, se ata al tobillo y mantiene la parte delantera cerrada. Sin embargo, hay muchas espardeñas reconvertidas en sandalias con cuñas, como estas de Zara.
De Grace Kelly a Kate Middleton, las alpargatas con cuñas se han convertido en un clásico. Este accesorio de verano cautivó a Yves Saint Laurent en una feria de zapatos cuando se encontró unas de la marca española Castañer y llevó el calzado de los campesinos al foco mediático. De herencia mediterránea, este estilo ha conquistado tanto la pasarela como la gran pantalla como Penélope Cruz en Jamón, jamón. Cosidas con hilos de yute y esparto, las alpargatas toman las calles cada verano y se posicionan como una opción cómoda, versátil y con sello español.