Nunca antes hablar de paz interior tuvo tanta relevancia como lo tiene hoy. Un concepto que muchas veces nos resulta abstracto, en nuestra actualidad adquiere enorme relevancia. Hablar de paz interior es cultivar un estado personal que te permita sentir empatía, compasión, estabilidad, soberanía emocional. Se conoce también como la mente meditativa o mente del yogi y es la posibilidad de permanecer en neutralidad, más allá de los opuestos, fuera del extenuante juego de la dualidad y la polaridad. Estable en medio de las turbulencias de la vida cotidiana.
Esto no significa de ninguna manera que seamos ajenos al sufrimiento o que nos volvamos indiferentes ante los horrores que nos lanza la realidad día a día. Por el contrario, cultivar un estado de armonía emocional y claridad mental, te permite ser capaz de enfrentar los desafíos con más paciencia, tolerancia, compasión, por ti y por los que te rodean
¿De qué puede servirle la ira a la ira? De nada
Por el contrario, un estado interior tal que te permita ser un agente de paz en el mundo se convierte en un acto de responsabilidad social de enorme importancia hoy en día. ¿De qué sirve que usted insulte, toque el claxon, riña a su cónyuge, refunfuñe por las banquetas en un mundo en que la destrucción y el sufrimiento son el pan nuestro de cada día? ¿Para qué seguir añadiendo más dolor, más rabia, más sufrimiento?
Por el contrario, la amabilidad, el gesto cálido, la sonrisa, el buen rollo, puede hoy en día volverse una poderosa medicina. Comencemos por nosotros mismos y todo lo que sabemos que una sonrisa hace a tu cerebro y por tanto a tu cuerpo, comencemos por estar conscientes del poder sanador o venenoso de nuestros pensamientos, comencemos por entender que para estar bien debemos comenzar por cultivar este estado de paz interior en nosotros mismos.
No podemos seguir enojados pensando que nuestro enojo hace algo a alguien más, más allá de tus riñones, tu digestión, tu calidad del sueño. La rabia, la ira le sabe mal sólo a quien la lleva consigo mismo. Así también sentimientos como la empatía, la gratitud, la compasión, la risa, generan efectos muy positivos para tu salud. Todos tenemos algo porque sentir gratitud, por mínimo que sea e incluso en medio de la peor adversidad, siempre hay algo por lo que sentirnos agradecidos, y la gratitud es un antídoto muy poderoso contra el dolor.
Con un estado de paz interior bienestar podemos impactar positivamente en nuestro entorno. Cuando una persona se siente bien consigo misma, y lleva consigo un estado de paz y tranquilidad o amor y alegría, genera a su alrededor, una frecuencia que hace que quienes están cerca inmediatamente también se sientan mejor. «Conviértete en la medicina» quiere decir que consigas que tu simple presencia genere bienestar en las personas que te rodean.
Mira el mundo y siente por un momento lo mucho que importa que estés bien en ti, que tu bienestar integral más que nunca es un compromiso social que no debes tomar a la ligera.
Así que cuando estés a punto de reaccionar con violencia, gritar, agredir, sumar dolor al dolor; recuerda que tus palabras importan, que tu frecuencia afecta a las personas que están a tu alrededor, que tus pensamientos generan una química en tu cuerpo que pueden enfermarte o hacerte sentir bien y mejor detente, respira, hazte cargo de tu emoción y como un héroe de la vida cotidiana: elige la paz.