Respirar partículas (es decir, partículas diminutas suspendidas en el aire) que contaminan el aire puede desencadenar ritmos cardíacos irregulares (arritmias) en adolescentes sanos, según una nueva investigación publicada en el Journal of the American Heart Association y realizada por expertos de la Universidad de Pensilvania. «Aunque son relativamente raros, las arritmias pueden provocar una muerte cardiaca súbita en adolescentes y adultos jóvenes sanos. Nuestros hallazgos sugieren que las partículas pueden contribuir al riesgo de muerte cardiaca súbita entre los jóvenes», han dicho los expertos.
El estudio examinó el impacto de respirar partículas finas en el ritmo cardíaco de los adolescentes. Las partículas finas (PM 2,5 ) se pueden inhalar fácilmente y pueden entrar en el torrente sanguíneo. Las partículas de menos de 2,5 micras suelen estar relacionadas con la combustión de combustibles, como las partículas de los tubos de escape de los automóviles o los incendios forestales. Una vez inhalados, los contaminantes irritan los pulmones y los vasos sanguíneos que se sitúan alrededor del corazón. En el trabajo se han analizado a 322 niños sanos de 6 a 12 años.
Los investigadores midieron simultáneamente la exposición a partículas finas en el aire que cada adolescente respiraba (usando un dispositivo llamado nefelómetro) durante 24 horas y los ritmos cardíacos de cada adolescente a través de un 'Holter'. El 79 por ciento de los participantes tuvo al menos un ritmo cardíaco irregular durante el período de estudio de 24 horas y, de ellos, el 40 por ciento tenía solo contracciones auriculares prematuras, el 12 por ciento tenía solo contracciones ventriculares prematuras y el 48 por ciento tenía ambas.
Asimismo, se observó un aumento del 5 por ciento en el número de contracciones ventriculares prematuras dentro de las dos horas posteriores a la exposición por cada aumento de nivel de contaminación. «Es alarmante que pudiéramos observar un impacto tan significativo de la contaminación del aire en las arritmias cardíacas cuando la calidad del aire se mantuvo dentro de los estándares de salud establecidos por la EPA. Puede sugerir que los adolescentes que viven en áreas altamente contaminadas, como el centro de las ciudades, corren un riesgo aún mayor», han dicho los expertos.