La búsqueda de la felicidad es un objetivo que comparten millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, no todos llegan a conseguirlo. La coach personal y de salud, Marga Almarcha, expone que «para todos y cada uno de nosotros, la felicidad puede ser un fin en si mismo. Aún así, la situación actual en la que vivimos, con grandes momentos dificultad, hace que en ocasiones tengamos la sensación que se nos escurra de entre los dedos». A su modo de ver, «en esa especie de persecución de la felicidad es importante pararse antes y atender qué es realmente lo que entendemos por felicidad, ya que en multitud de ocasiones si no lo tenemos claro nos podemos ver inmersos en un bucle de expectativas poco realistas, que solo nos lleven a la frustración y al desánimo».
Almarcha define felicidad como «aquel estado emocional donde la persona se siente plenamente satisfecha en cuanto al goce de sus deseos y el disfrute de las cosas que hace. Esta definición nos pone sobre la pista de que la felicidad no sólo es conseguir algo, si no que también va ligado al proceso de conseguirlo. Nos han vendido la idea de que ser felices es fácil, de que cuando tengamos eso o aquello seremos los seres más plenos del mundo, entonces cuando la realidad se impone nos damos cuenta de que solo eran mitos extendidos socialmente».
En su opinión, es importante desmontar mitos como que «la felicidad como una búsqueda constante, ya que pensar en que es algo que tenemos que buscar constantemente nos puede hacer imaginar que es algo que no tenemos, cuando la realidad es que está en nosotros. Quizá la dificultad no esté tanto en su búsqueda externa, sino en saber qué queremos y qué necesitamos y valorar lo que ya se posee. También ve importante desmontar la frase 'el dinero da la felicidad', «ya que está de sobra demostrado que no es así. Si bien es cierto que, da la posibilidad de poseer cosas materiales que nos producen ese estado de bienestar, también es cierto que ese beneficio es momentáneo. El consumismo y el materialismo que, en muchas ocasiones asociamos a la felicidad, no son más que meros distractores puntuales, pero sin efecto a largo plazo. Ahora bien, cuando hablamos de invertir en experiencias la cosa cambia».
Otro mito es «pensar que la felicidad es duradera y que siempre nos vamos a sentir como si estuviéramos en una nube, cuando realmente ese estado de felicidad no es permanente ni duradero ya que va a depender de las circunstancias que se generen fuera de nuestro ámbito de influencia; por lo que siempre se puede dar algo que genere un obstáculo en nuestra felicidad. En este momento es importante plantearse como individuo y desde la honestidad, que está en nuestra mano hacer para poder conseguir un estado placentero duradero que se acerque a lo que llamamos felicidad».
Claves para conseguir la felicidad
Almarcha recomienda enumerar diariamente las cosas buenas que nos han pasado y que tenemos. «Esta rutina de gratitud alargada en el tiempo nos va a generar un bienestar más duradero y más real, ya que está basado en algo que realmente nos ha pasado y tenemos. No pases por alto tus logros, son tuyos y merecen tu reconocimiento; sobre todo porque haciéndolo te subirá la autoestima, lo que te llevará a sentir capaz de todo».
También sugiere alejarse de la rutina y comprar experiencias donde las emociones formen parte de la misma. «Hacer cosas nuevas nos lleva a ampliar el interés por todo lo que nos rodea, aunque sean cosas pequeñas». Otro consejo es compartir el tiempo con los amigos, «con esos que te sacan una sonrisa. Compartir es una de las necesidades básicas que más hacen sentir emociones placenteras». Además, insta a sonreír, «aunque interiormente no sientas ganas inmensas de hacerlo. Está comprobado que sonreír hace que se genere en nosotros sentimientos más agradables que nos llevarán a tener una predisposición más positivas ante la vida».
Tener una actitud proactiva y buscar objetivos realistas que lleven a estar motivado provocará que se activen en emociones positivas, lo que generan estados de bienestar y empoderamiento. «Dedícate tiempo a ti, a tus intereses, a todo aquello que te lleva a sentirte bien». La coach también propone «ayudar a los demás a través del voluntariado o simplemente ayudando a tus amigos cuando lo necesiten. No hay nada mejor que saber que contribuyes en el bienestar de lo demás».
«Quizá encontrar la felicidad radique más en plantearse si realmente estamos poniendo parte de nuestro corazón y de nosotros en aquello que queremos, que no tanto estar en búsqueda constante de cosas materiales porque pensemos que eso nos va a dar la felicidad que tanto ansiamos. La felicidad sin duda está en las pequeñas cosas, y sobre todo, esta dentro de uno. Todos podemos ser felices, quizá lo que tengamos que hacer pase por conectar más con uno mismo y no tanto con el exterior, donde la felicidad se antoja más efímera», concluye Almarcha.