¿Es beneficioso entrenar en ayunas? Este es el dilema que muchas personas se plantean y al que responde la coach personal y de salud, Marga Almarcha.
«Muchas son las personas que utilizan el entrenamiento en ayunas como estrategia para perder peso o por disfrutar de otros beneficios asociados a su práctica. Si bien es cierto que puede ser una práctica bastante efectiva para conseguir ciertos objetivos, también es importante tener en cuenta que, como en todo, requiere ciertos matices a la hora de implementarla ya que no hay que olvidar que, puede no ser apta para todas las personas que practican deporte. Como siempre es bueno recordar que, aunque pueda estar de moda, es importante preguntarse si es la mejor estrategia por mis circunstancias personales que puedo utilizar», sostiene.
Almarcha explica que «teniendo en cuenta que el objetivo de entrenar en ayunas es forzar al organismo a utilizar la grasa corporal como fuente de energía, podemos encontrar en esta fórmula una buena propuesta para perder peso de forma eficiente, aún habiendo controversias sobre ello».
«Cuando hablamos de entrenar en ayunas debemos tener en cuenta el punto de partida del que salimos que no es otro que un ayuno de 8 a 12 horas, tiempo necesario para que nuestras reservas de glucógeno bajen», precisa.
¿Cuáles son los beneficios reales de entrenar en ayunas?
El cuerpo cuando se encuentra con las reservas bajas de glucógeno tiene que generar unas adaptaciones metabólicas para no quedarse sin energía por lo que, se empezará a utilizar la glucosa de una forma más eficiente.
«Enlazado con el punto anterior, el hecho de que el cuerpo se vuelva más eficiente, también se debe a que empieza a utilizar la grasa como combustible, con los beneficios que esto genera como la mejora de nuestro perfil lipídico, entre otros», manifiesta la coach.
«Nuestro rendimiento deportivo se ve mejorado cuando nuestros niveles de glucosa en sangre son los adecuados. Poner en práctica esta estrategia cuando vamos a entrenar nos va a ayudar a reducir la sensibilidad a la insulina».
«Otro beneficio colateral del que nos podemos ver favorecidos es de la energía extra de la que puedes disfrutar a primera hora de la mañana. Sin duda tus entrenos pueden ser de más calidad en estos momentos», añade. «Entrenando por las mañanas también nos podemos beneficiar de las endorfinas que se liberan con su práctica, lo que nos generan un mejor estado de ánimo a la hora de encarar el día».
Almarcha puntualiza que, aunque a priori esta práctica sea apta para casi todas las disciplinas, hay estudios que demuestran que este tipo de entrenamiento es más recomendable en deportes de resistencia, ya que se ha observado que mejora el rendimiento en carreras de larga distancia.
«Al margen de los beneficios de los que podemos disfrutar al entrenar en ayunas, es necesario poner de relieve el tipo de entrenamiento a realizar. Por ello, realizar una adaptación del tipo, duración e intensidad de entrenamiento es esencial para que esta practica tenga éxito. En este sentido, marcarte al principio entrenamientos más ligeros de intensidad baja sin superar nuestro 65 % de capacidad puede ser una buena propuesta», recomienda.
Al mismo tiempo, es importante preguntarse si todas las personas que practican deporte son susceptibles a utilizar este tipo de estrategia. En este punto, habría que señalar que personas con diabetes tipo 1 o tipo 2, hipertensión o problemas renales, posiblemente no son las mejores candidatas a empezar a ponerla en practica. «Si aún así te quieres animar a ello, sería recomendable que acudieras a un experto que te asesorará personalmente y de una forma adecuada», sugiere. «Del mismo modo, si eres principiante y te genera curiosidad implementarla, es importante que cuentes con el asesoramiento adecuado a fin de que disfrutes de todos sus beneficios sin miedo».
«Sea una tendencia o no, el hecho es que muchos estudios científicos demuestran que no en todos los casos se da esa pérdida de grasa que tanto se espera por parte de la persona que lo ponen en práctica. Por eso es importante que, antes de empezar con ella nos asesoremos bien con el profesional adecuado a fin de que nos indique si es lo más conveniente o no en nuestro caso; sobre todo porque las consecuencias repercutirán principalmente en nuestro bien más preciado, nuestra salud», concluye.