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Depilación láser durante la lactancia y el embarazo, ¿son compatibles?

Una mujer, recibiendo el tratamiento.

| Madrid |

El embarazo y la lactancia son dos épocas en los que la vida la mujer tiene que cambiar algunos hábitos: No debe exponerse a tóxicos de ningún tipo -como el alcohol o el tabaco-, evitar algunos alimentos e incluso tener precaución con algunos tratamientos estéticos, como los cosméticos que contienen retinol, tintes o la depilación láser.

Este último, junto con la foto depilación con luz pulsada, son dos tratamientos que, en general, se recomienda que las mujeres abandonen durante estos periodos. Sin embargo, en realidad no hay estudios que corroboren que puede ser perjudicial, “no hay evidencias de afectación ni a la madre ni al feto. No se aconseja porque cualquier cosa que pasase, aún sin tener relación, podría achacarse a la acción del láser. El láser actúa exclusivamente en el tejido cutáneo, no traspasa esa barrera. Por eso difícilmente puede tener un efecto a distancia o al feto”, asegura el Dr. Alberto Morano Ventayol, Vicepresidente segundo de la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética).

Y es que, cuando se trata de mujeres embarazadas, prefieren curarse en salud, “como cualquier tratamiento médico estético, aunque no haya ninguna evidencia de efectos secundarios, no se aconseja la depilación láser en embarazadas. Lo más seguro es que no pase nada, pero por precaución se recomienda esperar al final del embarazo”. Y es que, los efectos secundarios durante este periodo no serían distintos a los de cualquier momento de la vida, “lo más probable es que no pase nada, en todo caso, como en cualquier otra circunstancia, los efectos secundarios se reducirían a alguna alteración temporal de la piel, como irritación, enrojecimiento etc.”.

La OMS, dado que no existe estudios que corroboren que es seguro, también recomienda que se evite someterse a tratamientos de este tipo de depilación durante el embarazo.

Además de la precaución, muchos centros también alegan que, tanto durante el embarazo y la lactancia, las hormonas de las mujeres cambian, lo que puede afectar al crecimiento del vello y, por tanto, a la efectividad de los tratamientos puede ser distinta. Y es que la progesterona, una hormona que se eleva considerablemente durante el embarazo puede provocar, o bien que el crecimiento del vello sea más lento o que aparezca hirsutismo, más vello. En ambos casos la eficacia del tratamiento no sería medible.

Con la lactancia, ocurre algo parecido. Aunque los tratamientos se consideran seguros para la madre y el bebé, pues no afecta a la leche materna, la mayoría de los centros estético preferirán curarse en salud y aconsejar a la madre que espere. Sin embargo, en e-lactancia.org, una web elaborada por profesionales, que evalúa la seguridad y compatibilidad de multitud de sustancias durante la lactancia materna, califica tanto los tratamientos con láser como con luz pulsada IPS como de ‘riesgo muy bajo para la lactancia' y ‘seguro y compatible'. Al respecto del láser, en su web, puede leerse, “no hay ninguna prueba científica de que cualquiera de los tipos de laser (alejandrite, diodo, neodimio,- rubí o YAG) sea incompatible con la lactancia. Diversas sociedades de Dermatología lo consideran seguro durante la lactancia”, aunque recomienda “no emplearlo en la zona del pecho en concreto o tomar las debidas precauciones”. Lo que sí desaconseja es aplicar cremas anestésicas por el riesgo de metahemoglobinemia.

En cuanto a los tratamientos de fotodepilación con luz pulsada (IPL), las recomendaciones son prácticamente las mismas, y además, añade que “la Sociedad Europea de Dermatología no contempla ninguna precaución acerca de la lactancia en su guía sobre fotodepilación (no encuentra contraindicaciones tampoco durante el último trimestre de embarazo). Tampoco de que la depilación sea menos efectiva por estar el cabello en fase telógena o de reposo-caída, ni de que se puedan producir decoloraciones debido a un pretendido efecto hormonal durante la lactancia”.

Aun así, la última palabra en estas circunstancias, la tendrá siempre la clínica en la que acudamos, que valorará el riesgo en cada caso.

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