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Curiosidades y tradiciones mallorquinas

Las dos 'Portes Pintadas', un lío fácil de aclarar

Todo el mundo debería saber que, junto a las actuales avenidas, había dos recintos de murallas en Mallorca

. Conjunto de la "Porta Pintada Vella" (acuarela de Bartomeu Ferrà Juan).

| Palma |

-¡Buenos días, Vell Professor! Resulta que con la Porta Pintada y los restos arqueológicos que ahora han salido, me han llegado a enredar. ¿Me puede aclarar un poco el tema?

-Buenos días estimado alumno. Lo intentaremos, con algo de paciencia. Para empezar, todo el mundo debería saber que, junto a las actuales avenidas, había dos recintos de murallas –‘murades', como decimos en Mallorca-: las murallas medievales y las renacentistas. Las primeras corresponden a la fortificación de la Madina Mayurqa, mantenidas por el rey Jaime I y constantemente reformadas o parcheadas hasta el siglo XVI. En 1545, con motivo del avance de la artillería, las antiguas murallas medievales quedaron obsoletas, casi inútiles... Había que poner manos a la obra; y, efectivamente, se reforzaron las murallas en algunos puntos y se levantaron diversos bastiones. Pero, en 1571, la situación no podía mantenerse y se decidió levantar un nuevo recinto de murallas, las llamadas «Renacentistas». Se trata posiblemente de la obra más importante de la historia de Palma.

-Más que las obras de la Catedral de Mallorca... ¡no me diga!.

La "Porta Pintada Vella" y la "Porta Pintada Nova" en el plano de Palma del canónigo A. Garau (1644).

-«Meem...» ¡Son temas diferentes! Arquitectura por una parte y urbanismo e ingeniería militar por otra. Pero, de acuerdo... las obras de la Seu y la construcción de las murallas, son las obras más importantes de la historia de Palma. Eso sí... avanzaban lentamente, con terribles problemas de presupuesto; fíjate que el rey pagaba una parte del gasto y la Universidad de la Ciudad y del Reino de Mallorca la otra parte. Y también había problemas de mano de obra, ya que los pueblos debían contribuir con prestaciones personales de trabajo, que podían evitarse pagando una cantidad de dinero. Imagínatelo: las obras sufrieron el típico 'arranque de caballo y llegada de asno', ya que no se acabaron hasta el año 1801.

-Vaya... Bueno, profesor... ya veo por dónde va la cosa, para entender lo que ahora me interesa más: han existido dos murallas que, lógicamente, tenían puertas diferentes. En la zona de la plaza de España y de la calle de Sant Miquel estaban la Portada Pintada Vella y la Porta Pintada Nova... situadas cerca, pero no en el mismo lugar.

-Efectivamente; esta es la clave de la cuestión... Vayamos por partes: en la zona que ahora estudiamos, la muralla medieval abría la puerta a lo que entonces era el final de la calle de Sant Miquel, esquina con la actual Marie Curie, justo pasado la iglesia y el antiguo convento de monjas agustinas de Santa Margalida, luego Hospital Militar. No te lo creerás; esta puerta ha llegado a tener hasta cinco nombres diferentes: el nombre árabe era Bâb al-Kahl (con la variante Bebalcofol), que significaría ‘puerta del plomo'. Y también Porta de Santa Margalida (porque se encontraba, desde el año 1280, junto al convento de Santa Margalida), Puerta Pintada (Pintada Vella, posteriormente), ya que la puerta tenía pintadas unas cruces rojas. También se la había denominado Porta del Esvaidor o de la Conquista, ya que se trataba de la puerta por donde entró el Rey Jaime I cuando conquistó la ciudad, el 31 de diciembre de 1229. Después de la construcción de las murallas renacentistas, esta puerta perdió la función de comunicación con el exterior; sin embargo, por su gran valor simbólico e histórico, no fue destruida. Una nueva puerta de la muralla renacentista sustituyó a la antigua y, curiosamente, se apropió del nombre de Porta Pintada, mientras que la denominación que se impuso para la puerta medieval, en aquel momento todavía conservada, fue el de puerta de Santa Margalida o de la Conquista.

Interior de la "Porta Pintada Nova" (acuarela de Bartomeu Ferrà Juan).

-Ah, que curioso... la puerta nueva ‘robó' el nombre a la vieja, aunque la nueva no tenía ni una pizca de pintura.

-¡Quién sabe!, algo de almangre rojizo debió tener... una ‘pintada' que diríamos hoy.

-Ja, ja... no creo que eso fuera argumento para ponerle el mismo nombre. La Porta Pintada auténtica es la vieja, la de las cruces rojas.

-Sí, así es. En la puerta vieja, hacia 1543, antes de construir la nueva, hubo mucha movida. Dice el profesor Gabriel Bibiloni: «Junto a la puerta había un bastión circular, construido en 1543 y 1544, que sirvió de polvorín del bastión renacentista de Santa Margalida, que englobaba el primero. El bastión circular fue derribado en 1909, pero unas obras en un edificio de la calle de Sant Miquel han hecho aparecer recientemente su base, que puede verse en el sótano del edificio que lleva el número 66 de la calle de Sant Miquel (esquina entre las calles de Sant Miquel y de Marie Curie)». No sólo destruyeron el viejo bastión, sino que la venerable puerta de Santa Margalida, la vieja, fue derruída la noche del 26 al 27 de febrero de 1912, aunque había sido declarada monumento nacional.

-«Vergüenza, caballeros», volvería a decir el rey Jaime I.

-Ya lo creo... Debería haber quedado un espacio urbano similar al de la Puerta de Alcalá de Madrid, o al de la puerta de Brandeburgo de Berlín, o al de la dels Serrans de València... por ejemplo.

-«Déu ens alliberi d'un ja està fet!»... Recuperemos una època más antigua, porque podríamos comentar que llegó el momento de la construcción de la muralla renacentista, que debía ser lo suficientemente fuerte para hacer frente a los cañonazos de la artillería...

-Así es. El rey Felipe II situó al ingeniero Giacomo Paleazzo Fratín al frente del proyecto del nuevo recinto, que debía ser 'abaluartado', es decir, con grandes bastiones que debían acoger piezas de artillería que pudieran defender los muros cercanos ... Ah, debes saber que el muro medía 12 metros de grosor: tres de marés, seis de bóveda y tres más de marés. Por tanto, a partir de 1575, las obras fueron faraónicas, un gran desafío: derribar la muralla medieval para construir una nueva, inmensa. Primeramente, en 1575, en esta zona, se construyó el baluarte de la Porta Pintada o de Santa Margalida,. Dice el Cronicón: «Para construir el nuevo baluarte de la fortificación de la capital se tomó de orden de SM el cementerio que la parroquia de San Miguel tenía fuera de la puerta Pintada. En estas obras y otras de la misma fortificación, ejecutadas en el año antecedente, gastó la Universidad 73.928 libras, 6 sueldos y 8 dineros». Mucho dinero!! Ya ves que hemos contado muchas cosas.

-Sí, sin embargo, tenemos que rematar la faena: ¿Cómo era la Porta Pintada Nova?

Sí, tienes razón... Después del baluarte, le llegó el turno a la Puerta. A principios del siglo XVII, se emprendieron las obras del muro y de la Porta Pintada Nova. Fue terminada en 1628 y la ornamentaron con un escudo cuatribarrado conservado hoy en el Museu de Mallorca. Diego Zaforteza Musoles comenta el tema detalladamente: «Sigue a la Puerta de Sant Antoni la Puerta Pintada, llamada nueva, ya que llevó este nombre la antigua de Bab-al-Kofol. Se abre más al este de la primera, en el lugar que se llamó el Camp de la Llana, entre los baluartes de Santa Margalida y Sanoguera. Está dotada de un puente de piedra de cinco arcos, y el levadizo, y estuvo cerrada mucho tiempo. Sobre ella campea el escudo de armas [del rey] de Aragón [aunque ya era época de los Austrias españoles], y debajo la inscripción siguiente: ‘Reinando la magestad del Rei Don Felipe IV Nuestro Señor, y siendo virrey y Capitán General Don Baltasar de Borja, Obispo de este Reyno, y jurados del [reino y de] esta Ciudad Nicolás Rossinyol, de caballeros, Baltasar Serra y Parera y Juanote Mut, de Ciudadanos, Mateu Reus y Baltasar Sans, de mercaderes y Gerónimo Nicolau de oficiales, se acabo esta Puerta en el año MDCXXVIII'. En su parte interior sobre la puerta había una làpida apaisada, con la siguiente inscripción; ‘Alabat sia el Sanctíssim Sacrament, y la Immaculada Concepció de Maria Verge' que al ser derrocada la Puerta la pidió Don Bartolomé Ferrà, Presidente de la Congregación de Esclavos del Santísimo Sacramento de la Merced, y se colocó en el campanario de dicha Iglesia, donde todavía se conserva». Jovencito... quedan muchas más historias de las dos "Portes Pintades" en el tintero ... Se acabó la tutoria, ahora debemos empezar la clase; continuaremos otro día.

-Sí, ya lo creo... eso nunca acaba. «Això dura més que les obres de la Seu»...

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