Ya lo dice el refrán «Qui menja caragols per Sant Marc, gaudeix de bona salut de franc!». Este martes, 25 de abril, el dicho cobra más importancia que nunca ya que es día de Sant Marc y son muchos los que no faltarán a la tradición de comerse un buen plato de caracoles. Pero, ¿de dónde viene esta costumbre tan popular en algunos municipios de Mallorca?
La tradición simplemente está basada en el dicho popular y en las creencias naturales para prevenir enfermedades de antaño. La creencia de estos poderes curativos cada año va creciendo, ya sea por que creer cuesta poco o por lo sabroso que es comerse un plato de estos moluscos en los cellers que los cocinan durante toda la jornada. Además de deleitarse con este manjar, el dicho dice así se evitará el reuma, las embolias o un ictus.
Sin embargo, aunque la tradición este basada en una creencia popular lo que si es cierto es que los caracoles son un alimento muy saludable. Tienen un alto contenido en proteínas que permite el desarrollo de los músculos y la regeneración de los tejidos. Además, aportan una importante cantidad de calcio y fósforo, ambos necesarios para el buen mantenimiento de los huesos y dientes. Otra de sus propiedades es el alto contenido en hierro, que ayuda a prevenir anemias.
Sin duda, comer a gusto es lo más sano. Por eso, muchos mallorquines disfrutarán este martesde un plato de estos apreciados moluscos en uno de los restaurantes. Uno de los más populares es Es Cruce, en Vilafranca, pionero en la tradición que cada año cocina miles y miles de kilos de caracoles para este festividad.
La receta que se usa en el restaurante Es Cruce es fiel a su tradición. Según explicó Garí en una entrevista a este periódico, «los ingredientes que incorporamos son las hierbas como el hinojo y el laurel; también un sofrito de cebolla y tomate. Luego vamos añadiendo diferentes tipos de carne y cada una de ellas según su cocción. Cuentan con gallina, la panceta, costilla, carn magra, sobrasada, botifarrones. El toque picante no puede faltar». Un año más los caracoles vuelven a ser protagonistas para evitar enfermedades. Más vale ser cautelosos, que tal y como dice otro refrán, «más vale prevenir que curar».