En una de sus numerosas novelas y narraciones de misterio, esta gran autora inglesa, que cuenta con Problema en Pollença entre sus relatos, nos acercaba en su obra Taken at the flood, a cierta posada rural llamada The Deer, el Ciervo, que habiendo sido casi lujosa se hallaba en cierta decadencia: «El vestíbulo estaba desierto. Se abrió la puerta del saloncillo de la derecha. En su interior se sentía un fuerte olor a humo y en la chimenea ardía solo una vacilante lumbre... En la puerta de enfrente había un rótulo que decía ‘Salón de café'. Por experiencia ya habida en otros hoteles rurales, sabía Poirot que el único café que en estos salones se servía era el del desayuno y que aún este estaba compuesto en gran parte, por un líquido muy claro… La sopa Windsor, el picadillo con patatas y el budín hervido, que eran los invariables componentes de la cena, podían obtenerse asimismo en aquel salón de café a las siete en punto de la tarde. Entre aquellas horas una paz octaviana reinaba en el interior de las distintas dependencias del establecimiento».
La sopa Windsor, de la que se habla en el texto, fue muy famosa en los comedores de la realeza británica, ya que se servía allí casi a diario, tiempos aquellos de la reina Victoria, pues al parecer se debía a una receta del castillo de Windsor. Es anecdótico que dicho plato no solía faltar en los ferrocarriles del Reino Unido. Para prepararlo deberemos disponer de dos cucharadas de mantequilla, un cuarto de libra (113 gr.) de carne de vacuno, la misma cantidad de cordero, ambas cortadas en dados, cuatro tacitas de caldo de ternera, media cebolla pelada y trinchada, y lo mismo para una zanahoria y una chirivía, dos cucharadas de harina, un ramito de finas hierbas, sal y pimienta.
Enharinamos la carne y ponemos en una cazuela sobre fuego moderado la mantequilla y sofreímos la carne durante tres minutos y añadiéndole el resto de la harina, dejamos que la fritura siga un minuto más de modo que la mantequilla dore. Le añadimos las verduras y las finas hierbas, tapamos la cazuela y dejamos que prosiga la cocción durante dos horas. Tradicionalmente y a la hora de servir la sopa se le agrega una cucharada de vino de Madeira.