Mallorca tiene muchas cosas buenas y entre las mejores están sus quesos. Hubo tiempo que este producto tuvo un gran prestigio en las tierras vecinas del otro lado del Mediterráneo. Sin embargo, durante la mitad del siglo XX se convirtió en un producto en declive, hasta casi llegar a su desaparición. En las últimas décadas han sido varias las queserías de la Isla que han querido recuperar el queso local. Este domingo 27 de marzo, Día Internacional del Queso, hacemos una oda a este producto tan querido y a la industria ganadera de la Isla que genera la materia prima necesaria para elaborar quesos de sabores trabajados e históricos.
Una de las marcas de queso mallorquín más conocidas y mas fáciles de encontrar en las grandes superficies es el Grimalt, elaborado con leche de vaca en una quesería ubicada en Es Llombards (Santanyí). Se puede encontrar en curado, semicurado o fresco, entre otras opciones más innovadoras, y sorprende su textura y melosidad en el paladar.
Otros quesos que también se suelen encontrar en los supermercados y charcuterías son los de Formatges Burguera, fabricados por la familia Burguera, dedicada a la fabricación de productos lácteos, en la finca situada en la carretera de Campos a sa Colònia de Sant Jordi. Tres generaciones de esta familia han venido explotando esta finca ganadera y agrícola cultivando la tierra y produciendo la comida para sus propias vacas, controlando y mezclando los productos de sus fincas con piensos a base de cereales.
Sus quesos están elaborados con leche de vaca, fermentos lácteos y cuajo, sin colorantes ni conservantes, envasados y distribuidos por miembros de la misma familia. El queso fresco es uno de sus productos más demandados y se entrega al punto de venta recién hecho. Elaboran también requesón y queso artesano de tres tipos: semicurado, de 40 días de maduración; curado, de cinco meses de maduración; y queso viejo, de un año de maduración como mínimo.
Entre las pequeñas queserías que han nacido en los últimos años destaca la de Son Jover, ubicada en Inca. Esta pequeña empresa familiar, que Toni Seguí y Margalida Villalonga pusieron en marcha y a la que, posteriormente, se unieron sus hijos, produce once variedades de queso, todos de oveja y cabra: tres semicurados, uno de oveja de pasta blanda, los gran reserva, y también comercializan leche pasteurizada y yogur. En 2021 recibieron una medalla de bronce en el World Cheese Awards con un queso ecológico curado de oveja roja mallorquina.
En Manacor, se puede encontrar Es Collet, dirigida por Joan Gaià, elaboran quesos frescos, tiernos, curado y azul a base de leche de cabra de su propia explotación ganadera. Entre su oferta de productos también destaca el yogurt. Además de distribuir a comercios locales, ofrece reparto a domicilio y encargos. Sin salir del municipio, en Son Macià se puede encontrar la Formatgeria Es Pinaró de ses Monges, allí Maria Francisca Sitges y Miquel Villalonga se dedican a la elaboración del queso ecológico con lecha cruda de cabra.