El turrón será un año más protagonista en las sobremesas de las principales fiestas navideñas, destacando los artesanos, elaborados por reconocidos confiteros y pasteleros mallorquines. Quienes protagonizan este reportaje coinciden en señalar que «la almendra mallorquina, por su bouquet y su rico aceite, es la idónea para elaborar un buen turrón artesano y es la principal base de muchas especialidades».
Matías Pomar, cuarta generación de Pastisseria Pomar de Campos, afirma que «en nuestra casa, hacer turrón resulta toda una tradición que comenzó con la clásica coca de turrón mallorquín de obleas. Para elaborarlo, empleamos al cien por cien almendra mallorquina de Bonany, de excelente calidad». En esta pastelería se elaboran más de una decena de turrones, entre los que destacan los de ron Amazonas, nueces, praliné de almendra –torró fluix–, yema tostada, coco, trufa, chocolate y de avellana, que es la estrella de la casa. «Este año –afirma Pomar– se ha incrementado su precio en un cinco por ciento, debido al aumento de costes como la electricidad, el azúcar, el chocolate y frutos secos en general».
Turrón de diseño
En Llucmajor, Juan y Margalida Ramis llevan en sus venas la sabiduría turronera que les cedió su padre, el reconocido maestro artesano ya fallecido Pedro Ramis, creador del rico turrón de Llucmajor. Los dos hermanos aseguran que «la almendra, en nuestro caso la mallorquina, es la base de un buen turrón artesano clásico. La empleamos para hacer los turrones de nueces, yema quemada, pistacho, praliné (fluix) y de frutas. La otra versión de turrones es la que lleva chocolate negro y con leche, con nueces, almendra y avellana, además de las creaciones nuestras de Rocher, con almendra fileteada, y el de Llucmajor, con cobertura decorada de chocolate blanco.
De hierbas y romero
Rafael Solivellas, del Forn Can Rafel de Búger, es un joven y experto pastelero que ama profundamente la tradición, elaborando cada época especialidades que va recuperando, muy apreciadas por el público. «A partir del 25 de noviembre, debido a la demanda, voy elaborando el turrón artesano con base de almendra, por supuesto mallorquina. Entre los más demandados citaré el de praliné supremo (fluix), aunque también lo son el de yema, frutas confitadas, chocolate con almendras y avellanas y las cocas de turrón mallorquín».
En ese sentido añade Rafael Solivellas que «desde hace unos años, procuro innovar con alguna especialidad. El año pasado incorporé el turrón de hierbas dulces, y este año, la especialidad de romero con esencia de El Parc del Olors de Búger.