Ni horchata ni batidos: la bebida súper hidratante y fresquita para que los mayores de 60 años combatan el calor este verano

A pesar de que la consumimos cada día, en ocasiones no la tomamos lo suficiente

Deshidratación

En verano aumenta el riesgo de deshidratación | Foto: Freepik

| Palma |

Con la llegada de los meses estivales y las olas de calor que ha registrado España en este 2025, el cuidado de la salud de la población mayor se convierte en una prioridad. Las temperaturas elevadas no solo afectan a la comodidad, sino que suponen un verdadero peligro para los mayores de 65 años, especialmente por el riesgo de deshidratación.

En este contexto, aunque muchas personas buscan refrescarse consumiendo bebidas azucaradas como zumos o la tradicional horchata, los expertos insisten en que la bebida más eficaz y recomendable es mucho más sencilla: el agua. No solo es accesible, sino que aporta beneficios fundamentales para el organismo, particularmente en la tercera edad.

Uno de los motivos principales que señala la comunidad médica española es que, al envejecer, la sensación natural de sed disminuye, lo que puede provocar que los mayores beban menos líquido del necesario hasta que aparecen síntomas graves. Por ello, la hidratación debe ser un proceso constante y consciente durante todo el día.

Importancia del agua para los mayores en verano

El agua es la sustancia que mejor cumple la función de proteger frente a los efectos adversos del calor. Según expertos del Hospital Clínico de Barcelona, especialistas en geriatría y cuidado de personas mayores, se recomienda que un adulto de más de 65 años consuma al menos 1,5 litros de agua al día. Esta cifra puede incrementarse según las condiciones ambientales, como altas temperaturas, o el nivel de actividad física que realice la persona.

En comparación con otros líquidos, el agua no contiene aditivos ni estimulantes que puedan afectar negativamente al organismo y, a diferencia de bebidas con cafeína o alcohol, no contribuye a aumentar la pérdida de líquidos por efecto diurético.

La deshidratación en personas mayores puede generar serias complicaciones como confusión mental, fatiga intensa, mareos, caídas y problemas renales. Además, la pérdida excesiva de líquidos influye en la capacidad termorreguladora del cuerpo, dificultando la respuesta física al calor.

Beneficios fisiológicos del agua para personas mayores

El papel del agua dentro del organismo es vital y más aún cuando se debe enfrentar a la temporada estival. Desde el Hospital Clínico de Barcelona destacan algunas funciones clave:

  • Regulación de la temperatura corporal: El agua facilita la disipación del calor a través del sudor, mecanismo que suele volverse menos eficiente con el paso de los años.
  • Transporte de oxígeno y nutrientes: Es fundamental para asegurar que las células reciban los elementos necesarios para funcionar de manera óptima.
  • Eliminación de toxinas: Ayuda a expulsar desechos metabólicos por medio de la orina y la transpiración.
  • Protección de las articulaciones: Mantiene la lubricación adecuada, ayudando a reducir el dolor articular y mejorar la movilidad.
  • Mantenimiento de la salud dérmica: Contribuye a que la piel conserve elasticidad, hidratación y resistencia frente a factores ambientales.

Estos aspectos se vuelven cruciales para que los mayores mantengan una calidad de vida adecuada y puedan evitar accidentes o enfermedades relacionadas con el calor y la falta de líquidos.

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