El caos circulatorio en los entornos escolares se ha convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza para las autoridades de tráfico en España. Miles de padres coinciden diariamente en los horarios de entrada y salida, generando situaciones de riesgo y congestión que han llevado a la Dirección General de Tráfico (DGT) a endurecer las sanciones.
Consecuencias legales y económicas
Según el Artículo 40 de la Ley de Tráfico y el Artículo 91 del Reglamento General de Circulación, estacionar en doble fila en zonas escolares constituye una infracción grave que puede acarrear multas de hasta 200 euros cuando el vehículo se encuentra sin conductor y obstaculiza el tráfico.
La normativa establece una distinción crucial: se permite una parada breve de máximo dos minutos, siempre que el conductor permanezca en el vehículo y no obstaculice el tráfico. Superado este tiempo o si se abandona el vehículo, la acción se considera estacionamiento prohibido, activando las sanciones correspondientes. En casos menos graves, las multas oscilan entre 110 y 140 euros.
Soluciones innovadoras: Zonas Kiss & Go
Diversas ciudades españolas han implementado áreas denominadas «Kiss & Go», inspiradas en el modelo aeroportuario «Kiss and Fly». Estas zonas permiten una parada máxima de un minuto para dejar a los estudiantes de forma segura y ordenada. La iniciativa busca además fomentar que los alumnos realicen el último tramo del trayecto a pie, promoviendo la socialización y la entrada tranquila al centro educativo.