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El síndrome del microondas: cuando nos volvemos hipersensibles a la electricidad

Aunque todavía hay controversia al respecto, algunos estudios relacionan los artilugios electrónicos con un mal estado de salud

En países como Suecia se ha reconocido como una discapacidad. | Freepik

| Palma |

La hipersensibilidad electromagnética (EHS), también conocida como "síndrome del microondas", es una condición en la que las personas experimentan síntomas físicos al estar expuestas a campos electromagnéticos emitidos por dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, routers Wi-Fi y hornos microondas. Los síntomas más comunes incluyen dolores de cabeza, fatiga, mareos, trastornos del sueño y problemas de concentración. Aunque estos síntomas son reales y pueden ser debilitantes, la relación directa entre la exposición a campos electromagnéticos y la aparición de estos síntomas aún no ha sido científicamente establecida.

El término "síndrome del microondas" se originó en la década de 1970 en la Unión Soviética, donde se observó que el personal militar que trabajaba con equipos de radar y radio presentaba síntomas como fatiga, mareos y dolores de cabeza. Posteriormente, en la década de 1980, se reportaron casos similares en Suecia entre trabajadores expuestos a monitores de tubo de rayos catódicos. Estos hallazgos iniciales llevaron a la comunidad médica a investigar la posible existencia de una sensibilidad a los campos electromagnéticos.

A pesar de los numerosos estudios realizados, la evidencia científica sobre la EHS es contradictoria. Algunos investigadores sugieren que los síntomas podrían estar relacionados con factores psicológicos, como el efecto nocebo, donde la anticipación de un daño provoca síntomas reales. Otros estudios han encontrado que las personas que se identifican como electrosensibles no pueden detectar de manera confiable la presencia de campos electromagnéticos en condiciones controladas, lo que pone en duda la existencia de una relación causal directa.

Organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocen que los síntomas experimentados por las personas con EHS son reales y pueden variar en severidad. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha identificado un mecanismo biológico que explique la sensibilidad a los campos electromagnéticos, y la EHS no está reconocida como una enfermedad médica oficial. La OMS recomienda que las personas que experimentan estos síntomas busquen atención médica para identificar y tratar posibles causas subyacentes.

En algunos países, como Suecia, la EHS ha sido reconocida como una discapacidad, lo que permite a las personas afectadas recibir adaptaciones en su entorno laboral y doméstico. El Parlamento Europeo, en una resolución de 2009, instó a los Estados miembros a seguir el ejemplo de Suecia y reconocer la hipersensibilidad eléctrica para garantizar una protección adecuada y la igualdad de oportunidades para las personas que la padecen.

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