El agua es esencial para la vida y, cuando se trata de elegir entre agua embotellada o agua del grifo, las opiniones están divididas. Aunque ambas opciones cumplen con estándares de calidad, hay aspectos a considerar en términos de salud, seguridad y sostenibilidad.
El agua embotellada se percibe comúnmente como más pura y segura. Sin embargo, la realidad es que no siempre es así. En muchos países, las regulaciones de calidad del agua embotellada son similares a las del agua del grifo. Esto significa que, en cuanto a su composición química y pureza, no hay una diferencia significativa. Algunas marcas de agua embotellada incluso provienen de fuentes similares a las del agua municipal, lo que desmonta la idea de que es inherentemente más saludable.
Un punto a favor del agua del grifo es su control constante. En la mayoría de los países, las autoridades locales realizan pruebas regulares para garantizar que el agua cumpla con estándares de calidad y seguridad. Además, contiene minerales esenciales, como calcio y magnesio, que son beneficiosos para el organismo.
Por otro lado, uno de los riesgos potenciales del agua del grifo es la contaminación por tuberías antiguas o la presencia de productos químicos como el cloro, utilizado para su desinfección. Sin embargo, esta exposición suele estar dentro de los límites seguros establecidos por las regulaciones de salud. Para quienes prefieren evitar estos elementos, el uso de filtros de agua en casa puede ser una solución eficaz.
En cuanto al agua embotellada, el principal inconveniente es el impacto ambiental. La producción y el desecho de botellas de plástico contribuyen significativamente a la contaminación, además de ser un producto más caro que el agua del grifo.