Con el regreso a clases, es crucial tener una buena alimentación que potencie el rendimiento cognitivo. Según nutricionistas, algunos alimentos clave incluyen aquellos ricos en Omega 3, como el salmón y las nueces, que mejoran la función cerebral. También los carbohidratos complejos de cereales integrales y legumbres, que liberan energía de manera sostenida, ayudando a mantener la concentración por más tiempo.
El chocolate amargo es otro aliado inesperado. Contiene flavonoles que aumentan el flujo sanguíneo cerebral y triptófano, que eleva el estado de ánimo y la memoria. Las frutas y verduras ricas en antioxidantes, como las fresas y el kiwi, también protegen el cerebro del estrés oxidativo, favoreciendo un mejor rendimiento mental.
Es fundamental evitar alimentos procesados y ricos en azúcares, que pueden provocar una caída rápida de energía y somnolencia. Además, no hay que olvidar la hidratación: el agua es esencial para mantener la concentración. Se recomienda beber entre 6 y 8 vasos al día para asegurar un buen rendimiento cognitivo.
Incorporar estos alimentos a la dieta diaria puede hacer una gran diferencia durante el regreso a clases, mejorando el enfoque, el aprendizaje y el rendimiento académico.