El tercer lunes de enero, conocido como Blue Monday y que este año cae en 15 de enero, ha sido etiquetado como el día más triste del año. Pero, ¿qué hay de cierto en esta afirmación y cómo se originó este concepto? Este nombre fue creado en 2004 por el psicólogo Dr. Cliff Arnall. El experto diseñó una fórmula, que considera variables como el clima, la deuda, el salario mensual, el tiempo desde Navidad, el tiempo desde que se abandonan los propósitos de Año Nuevo, los bajos niveles de motivación y la necesidad de tomar acción, para calcular el día más deprimente del año. Este concepto fue inicialmente utilizado por una empresa de viajes como estrategia de marketing para impulsar sus ventas en enero.
A pesar de su popularidad, el Blue Monday ha sido ampliamente criticado por la comunidad científica. Expertos señalan que la fórmula de Arnall carece de rigor científico y que es imposible calcular el día más deprimente del año de una manera objetiva y cuantificable. Esto se debe a que los elementos de su fórmula, como «el tiempo desde Navidad» o «los bajos niveles de motivación», son difíciles de medir de manera precisa y varían enormemente entre individuos. A pesar de las críticas, el Blue Monday ha ganado tracción mediática y se ha convertido en un fenómeno cultural.
Muchas empresas lo utilizan para campañas de marketing, y es un tema recurrente en redes sociales y medios de comunicación cada enero. Esto demuestra cómo un concepto con poca base científica puede influir en la percepción pública y en las prácticas comerciales. Es importante reconocer que, si bien el Blue Monday en sí mismo puede ser un mito, el invierno sí puede ser un periodo desafiante para la salud mental de muchas personas. Trastornos como el trastorno afectivo estacional (TAE) son reales y afectan a millones de personas durante los meses de invierno.
Por lo tanto, mientras que la idea de un «día más deprimente» puede ser falsa, no se debe subestimar el impacto del invierno en el bienestar emocional y mental de las personas. En conclusión, aunque Blue Monday se ha establecido como un fenómeno cultural, su base científica es cuestionable. Sin embargo, su popularidad subraya la importancia de abordar temas de salud mental y bienestar, especialmente durante los meses más fríos y oscuros del año. Es crucial fomentar la conciencia y proporcionar apoyo para aquellos que pueden estar luchando durante esta temporada.