A primera vista, los pistachos pueden parecer simplemente deliciosos frutos secos con un sabor único y una textura satisfactoria. Pero si miramos más de cerca, descubriremos que estas pequeñas joyas verdes son una mina de oro nutricional. Son excepcionalmente ricos en una variedad de nutrientes esenciales. Una onza (aproximadamente 49 granos) de pistachos contiene cerca de 160 calorías, y ofrece una impresionante cantidad de proteínas (6g), fibra (3g) y una variedad de vitaminas y minerales. En términos de vitaminas, son una fuente notable de vitamina B6, esencial para la salud del cerebro y la producción de hemoglobina en la sangre. También contienen cantidades significativas de vitamina E, un antioxidante vital que protege las células del cuerpo contra el daño de los radicales libres.
Ricos en minerales
Estos frutos secos son igualmente ricos en minerales. Tienen una excelente fuente de fósforo, esencial para la salud de los huesos y los dientes, y de potasio, que ayuda a regular la presión arterial. Además, de cantidades significativas de magnesio, un mineral clave en más de 300 funciones bioquímicas en el cuerpo. En su perfil nutricional, los pistachos poseen propiedades que los hacen destacar en el mundo de los frutos secos. Por ejemplo, son uno de los que contienen un menor contenido de grasa y calorías, pero con una de las más altas proporciones de proteínas. Esto los convierte en una opción saludable para aquellas personas que buscan mantener o perder peso.
Sensación de saciedad
Por otro lado, la fibra dietética en los pistachos ayuda a promover la sensación de saciedad, reducir el colesterol y regular el tránsito intestinal. También se ha demostrado que los antioxidantes que están presentes, especialmente la luteína y la zeaxantina, son beneficiosos para la salud ocular. A pesar de todas sus ventajas, es importante consumir pistachos con moderación, dado su alto contenido calórico. Además, aquellos con alergia a los frutos secos deben evitarlos.