La niebla es uno de los fenómenos meteorológicos más desagradables a la hora de conducir. Hace que se reduzca la visibilidad considerablemente y siempre es necesario poner un extra de atención para evitar posibles percances. Las luces antiniebla son las más indicadas para situaciones de baja visibilidad, aunque es importante saber usarlas con responsabilidad. Pero resulta curioso que todavía exista mucho desconocimiento sobre cuáles son las luces antiniebla obligatorias y en qué momento deben encenderse o no. Todavía hay muchos conductores que utilizan las antiniebla a la ligera y cuando no es estrictamente necesario. Esta situación hace que pueda molestar a otros usuarios de la vía, pues hay que tener en cuenta que este tipo de luces son más brillantes que las convencionales.
Las únicas luces antiniebla obligatorias son una o dos luces rojas de mayor intensidad que las de posición que sirven para que el coche sea más visible desde atrás, que garantizan la máxima visibilidad posible por parte de otros vehículos cuando circulemos bajo condiciones de niebla densa. Su uso queda limitado a esas situaciones más extremas y tiene que quitarse en cuanto la niebla/lluvia/nieve desaparezca. También hay que quitarla cuando se está en medio de un atasco o retención por razones obvias.
Forman parte del ‘pack' de luces que dicta la DGT que cualquier vehículo debe tener para circular por carretera y superar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV): luces de posición delantera y trasera, luces de cruce, luces de larga distancia, luz de matrícula trasera y antiniebla trasero. Si alguna de estas luces de nuestro vehículo no funciona correctamente, no solo no pasaremos la ITV, sino que nos estaremos jugando una multa en carretera si circulamos con (por ejemplo) alguna de sus bombillas fundidas.
Las luces antiniebla delanteras son blancas, bajas y anchas y se incluyen en el diseño y fabricación de los vehículos, pero la DGT no las marca como obligatorias. Eso sí, aunque no sea obligatorio contar con ellas en el coche, su uso está regulado: de tenerlas, deben accionarse en aquellas situaciones meteorológicas adversas que produzcan una disminución de la visibilidad en carretera, bien de forma aislada o junto a las luces de corto y largo alcance.