¡Qué dolor de cabeza!. Esta es una frase muy habitual, especialmente cuando hace frío. ¿Tienen alguna relación las bajas temperaturas y este malestar? El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, responde que «sí». En este sentido, explica que esto se debe a que «cuando la temperatura es muy baja, los vasos sanguíneos de la cabeza se contraen rápidamente para evitar una pérdida de calor corporal».
March añade que «el dolor es una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión de los tejidos real o potencial o descrita en términos de tal daño». En este punto, añade que «el dolor se puede clasificar por numerosos criterios. Por su aspecto temporal, se habla de dolor crónico cuando persiste más de tres meses; aunque el criterio más importante para su diagnóstico es su relación con aspectos cognitivos y conductuales».
En el caso concreto de la cefalea por estímulos fríos o por crioestímulo, se trata de «un tipo de dolor provocado por un estímulo frío que se aplica en la cabeza, se ingiere o se inhala. Cuando hay una exposición de la cabeza, sin ningún tipo de protección, a temperaturas muy bajas o al agua fría, el dolor que se desencadena suele localizarse a nivel de la frente, con un carácter punzante, intenso y breve. En otras ocasiones, el dolor se produce como consecuencia de la ingestión (comer un helado) o la inhalación (aire muy frío), produciendo un dolor similar al anterior, localizado a nivel de la frente o las sienes».
Dentro de las cefaleas primarias (cuando el dolor de cabeza es el único o principal síntoma de la enfermedad), la cefalea en tensión sería el tipo de dolor más prevalente, alcanzado a un 66 % de la población (el 63 % lo padece de forma episódica mientras que el 3 % restante sería crónico), seguido de la migraña (15 % de forma esporádica y 2-3% crónica) y de la cefalea por estímulos fríos (afecta al 15 %). «El frío es responsable de algunos dolores de cabeza que sufrimos en invierno. Cuando la temperatura es muy baja, los vasos sanguíneos de la cabeza se contraen rápidamente para evitar una pérdida de calor corporal. La orden la da el nervio trigémino, responsable de transmitir las sensaciones del cuerpo a la cabeza. La constricción de los vasos sanguíneos se produce de forma tan rápida que puede provocar dolor de cabeza. Cuando se elimina el estímulo frío, los vasos sanguíneos vuelven a su tamaño normal y el dolor tiende a desaparecer. No causa ningún tipo de daño, ni tiene consecuencias para la salud», expone. Además, precisa que «el inicio del dolor de cabeza se produce aproximadamente de 30 a 40 segundos después de la exposición al frío. Normalmente, se nota un intenso y punzante dolor en la frente y en las sienes».
Tratamiento
El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva informa que «no es necesario realizar estudios complementarios para su diagnóstico, ya que el factor precipitante es fácilmente reconocible. Tampoco es necesario un tratamiento específico, ya que evitar la exposición o la ingestión de elementos fríos será suficiente.