Aunque somos muchos los que acostumbramos a caminar descalzos por casa, especialmente en los meses de verano, la mal llamada ‘sabiduría popular' ha ido transmitiendo de generación en generación el falso mito de que caminar descalzo en invierno incrementa el riesgo de resfriado de ahí que esta buena práctica (beneficiosa y aconsejada por los podólogos) pierda fieles durante los meses de frío.
Según el Instituto Valenciano del Pie «caminar descalzo es beneficioso y aconsejable durante todos los meses del año, incluso en invierno». «Eso sí, en invierno hablamos de caminar descalzo al llegar a casa con unos buenos calcetines y siempre que caminemos por una superficie limpia y sin desniveles», añade en las recomendaciones de su página web. Caminar descalzo no solo no aumenta el riesgo de resfriado sino que es beneficioso para la salud, especialmente la de los niños. «Lo mejor es que nuestros hijos vayan descalzos en casa el mayor tiempo posible, el motivo es que los pies descalzos se desarrollan mucho mejor, más fuertes, con un puente más elevado y un mejor aprovechamiento de las estructuras del pie», dice la misma fuente.
El resfriado es lo que se conoce como un virus común y ningún virus se contagia por los pies, de ahí que la falsa creencia popular de que «los resfriados entran por los pies» no pueda estar más errada. Cosa diferente es el «tapate la boca» como medida para prevenir los resfriados. Los virus no entran por los pies, pero sabemos que muchos se contagian de manera directa por la boca (al estornudar, al besar o al hablar) o indirecta a través de las manos.
Aunque los virus se contagian durante todos los meses del año el invierno es el momento en el que se dan las condiciones más propicias para el contagio, principalmente por la falta de ventilación y renovación del aire en los espacios cerrados, algo sobre lo que hemos aprendido mucho desde que se desató la pandemia. Además «el frío provoca la vasoconstricción en la mucosa de la nariz, habiendo una menor presencia de leucocitos que hacen de barrera ante los gérmenes», dice el Instituto Valenciano del Pie.
Aunque caminar descalzo no aumenta el riesgo de resfriado sí es cierto que las personas expuestas a un descenso de temperatura en sus pies experimentan más síntomas de resfriado al cabo de cinco días. «Los resultados se atribuyen a una constricción de los vasos sanguíneos de los fosas nasales, algo que puede reducir la capacidad inmunológica en el tracto respiratorio superior», explica el Instituto.
Visto lo visto, los expertos recomiendan caminar descalzo pero con calcetines abrigados durante el invierno: «Debido a nuestra morfología, los pies son la parte más alejada del corazón y el aporte de sangre no se realiza con la misma fluidez que a otras partes del cuerpo más cercanas al corazón. La mejor recomendación es el uso de prendas que mantengan el calor, como los calcetines de lana o algodón y evitar otros tejidos».