Diez generaciones de mallorquines han vivido, soñado, amado y sufrido entre los muros de esta preciosa finca de Sant Llorenç. Y eso deja un innegable poso de prestancia en una casa. Aunque esta propiedad ha sido sometida a una completa reforma que la hace compatible con todas las comodidades del siglo XXI, en su interior se sigue respirando el aire del pasado, porque en la rehabilitación se han escogido materiales auténticos y se ha seguido un patrón rústico con toques de elegancia campestre para crear una atmósfera acogedora e intemporal.
Situada sobre una colina, sus vistas infinitas se extienden hasta el mar y en sus inmensos metros cuadrados encontramos hasta once habitaciones –siete dormitorios y siete baños–, contando con la casa de invitados. Pero si el interior basta para enamorar al visitante, lo que le hace rendirse incondicionalmente es el porche lounge que se ha creado para disfrutar de la vida familiar y social en un ambiente envidiable de goce absoluto.
Interiores
Salón: Vigas vistas y paredes de estuco color caldero definen este amplio espacio con chimenea.
Comedor: Unido al salón y bajo una impresionante lámpara de araña, el comedor tiene una gran capacidad.
Cocina: Muy rústica, con muebles de obra y vigas vistas, tiene una práctica zona de office.
Dormitorios: Encanto campestre en este dormitorio abuhardillado con muebles de época y paredes amarillas.
Baños: El mismo tono rústico aparece en los cuartos de baño, amplios y con mucho almacenaje.
Exteriores: La piscina, rodeada por una zona de solarium, invita a disfrutar del exterior incluso al anochecer.
El alzado
Superficie: 550 metros cuadrados
Parcela: 8.000 metros cuadrados
Lugar: Sant Llorenç
Precio: 2.300.000 €
¿Qué la hace diferente?: Lo más llamativo de esta casa es su preciosa atmósfera rústica con toques de elegancia campestre, lejos de toda ostentación y que resulta muy acogedora. Enorme, bonita y llena de detalles que invitan a compartir
Más información: www.porta-mallorquina.es