Durante la primavera se produce el conocido como efluvio telógeno, un proceso que acelera el ciclo de renovación del cabello y que hace que durante los meses que dura esta estación se caiga el pelo hasta un 20% más, tal y como indican los expertos de la clínica Hospital Capilar. Si queremos evitar que nuestra melena se vea afectada por la primavera, en el vídeo que acompaña a esta información te doy una serie de trucos y consejos que te ayudarán a reducir las consecuencias de este fenómeno.
El doctor Joaquín Domínguez aclara que «la astenia primaveral es un trastorno adaptativo a los cambios y horas de luz, de temperatura y presión atmosférica que induce cambios en el estado anímico de las personas y que afectan al reloj biológico que regula las funciones de nuestro organismo». Estos cambios pueden llegar a manifestarse como «cansancio, falta de energía, irritabilidad, alteraciones de sueño, ansiedad, cefaleas e inapetencia sexual, haciendo que la persona padezca más estados de ansiedad y estrés que pueden llegar a agravar el efluvio estacional».
Los mencionados síntomas, además de afectar en el carácter de la persona, pueden aumentar la caída del cabello con la pérdida de 100 a 150 pelos al día. «Este proceso suele durar entre dos y cuatro meses y, tras este periodo, el cabello pasa a una nueva fase de crecimiento», señala el experto. Eso sí, Domínguez aclara que «si esta situación se prolonga y se sigue evidenciando una pérdida de densidad en el cabello durante más tiempo, así como un retroceso en las líneas de crecimiento, será necesario acudir a un especialista».
El cambio de temperaturas no solo afecta al pelo: la piel y las uñas también se pueden ver dañadas. Por este motivo durante estos meses se recomienda recurrir aún más a la protección solar y realizar exfoliaciones para eliminar las células muertas. Además, los cosméticos ricos en vitaminas B y C se convertirán en una gran opción para cuidar y fortalecer las uñas. Y por último, para tratar las cejas y las pestañas la vaselina será el mejor aliado.