El sol y las altas temperaturas invitan a ir a la playa y disfrutar de un agradable baño para refrescarnos, pero este chapuzón en el mar a veces puede acabar con una picadura de medusa y todas las molestias que ello conlleva.
Estos seres vivos poseen en sus tentáculos unas células que producen unas toxinas que la medusa utiliza para su defensa y para cazar. Estas picaduras, en la mayoría de los casos, provocan erupción cutánea, dolor inmediato y enrojecimiento en la piel.
Cuando nos tratamos este tipo de picaduras, a veces cometemos errores que pueden empeorar el estado de la zona. En el vídeo que acompaña a esta información te explico de forma detallada las recomendaciones de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y los productos que debemos evitar.
Hay que tener en cuenta que en las últimas décadas, la presencia de las medusas 'Cotylorhiza tuberculata' ha aumentado considerablemente en el Mediterráneo. Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que estos ejemplares serán capaces de adaptarse y sobrevivir al calentamiento y la acidificación de las aguas. Estas condiciones, que serán más beneficiosas para las medusas, perjudicarán la supervivencia de otras especies más vulnerables.
Respecto a la aparición de las medusas en la costa, la mayoría de los factores que la generan son naturales, especifica The Objetive. «Principalmente son el aumento del plancton o un cambio en las condiciones oceanográficas favorable para las medusas los que producen la aparición de estas plagas», señala en el citado medio el biólogo Juan Jesús Bellido López.
Eso sí, también hay factores humanos que afectan a la proliferación de estos seres vivos. Un ejemplo de ello es la sobrepesca, ya que elimina las especies que son depredadoras de medusas.