El jamón york y la pechuga de pavo son dos fiambres muy consumidos en España. A la hora de comprar estos alimentos, tenemos que tomar una serie de precauciones, ya que en muchas ocasiones no son todo lo naturales que deberían.
Para ello es fundamental prestar especial atención al etiquetado de estos dos productos. En el vídeo que compaña a esta información te explico de forma detallada qué debes mirar cuando adquieras estos embutidos.
Eso sí, en el caso del jamón york cobra especial importancia la denominación del producto: no es lo mismo el jamón cocido que el fiambre de jamón. La dietista y nutricionista de la Fundación Española de Nutrición, Paula Rodríguez, explica en Alimente que «los productos denominados 'fiambre de' son los que contienen féculas o proteínas vegetales en su composición y, por lo tanto, estos embutidos tendrán más agua y menos cantidad de carne». «En cambio, el jamón cocido no incluye estos ingredientes, por lo que es de mayor calidad», aclara.
Además de lo mencionado, contamos con una ayuda extra: el Nutriscore. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) detalla que «actúa como un semáforo nutricional: es un sistema de clasificación de 5 letras y colores, en el que la A de color verde oscuro es la mejor opción y la E roja la peor, pasando por la B, C y D».
Eso sí, hay que tener en cuenta que este medidor compara únicamente los productos de la misma categoría. Para su valoración tiene en cuenta tanto los aportes nutricionales positivos (contenido en frutas, verduras, fibras y proteínas) como los negativos (calorías, grasas saturadas, azúcares y sal).