El trasplante capilar, también conocido como injerto, es una técnica quirúrgica que permite repoblar con cabellos sanos las zonas del cuero cabelludo que sufren calvicie. En el vídeo que acompaña a esta información te explico más en concreto qué es, para quién está indicado y las diferentes técnicas con las que se puede realizar (FUSS y FUE).
Si el trasplante capilar no es una buena opción para ti o todavía no estás preparado, existen una serie de alternativas que te pueden ayudar a hacer frente a la alopecia, si así lo deseas.
Hace años si se era calvo y se quería lucir un buen tupé prácticamente la única opción que existía era optar por el peluquín. Este tipo de peluca masculina ofrecía opciones muy limitadas y, además, era muy fácil que se notase o se moviese. Con los años han aparecido nuevas opciones más prácticas y naturales como es el caso de las prótesis capilares.
Las prótesis capilares son «un sistema que está formado por la unión de fibras de cabello a una base especial que, por norma general, se adhiere al cuero cabelludo». Estas prótesis cubren por completo y de forma indetectable las partes de la cabeza que carecen de cabello. Las más populares son las que se fijan al cuero cabelludo con un adhesivo especial y se pueden llevar puestas hasta 20 días sin interrupción.
Otra opción para las personas que sufren perdida de cabello dispersa es un producto llamado Caboki. Este cosmético estás compuesto por fibras de pelo que se adhieren al cuero cabelludo y aumentan visualmente la densidad del cabello. Estas fibras se mantienen fijas hasta que se lava el cabello.
Y por último, una tendencia que se ha popularizado en los últimos años es la de tatuarse el cabello. Más en concreto se denomina micropigmentación capilar y es una técnica que consiste en inyectar pigmentos especiales que simulan una cabeza rapada.