La finca pública de sa Duaia, en el Parc Natural de Llevant, tiene muchos atractivos. Es un espacio natural protegido que representa la mayor superficie de repoblación forestal de la Isla. Ahora tomar un batido de producto elaborado en Mallorca, comprar aceite o miel de productores locales en este privilegiado entorno y sentarse a contemplar las vistas es un atractivo añadido.
Excursionistas, ciclistas, usuarios de las playas se han encontrado estos días con una food truck muy especial con un punto de venta directa, sin intermediarios, en el que se pueden adquirir hortalizas, frutas o verduras así como otros productos de primera elaboración. Una actividad que viene regulada por la ley agraria y que ofrece experiencias en pequeñas explotaciones agrarias para una mayor rentabilidad.
La Cooperativa de la Terra Llevant explota esta finca gracias a un contrato firmado con el IBANAT y que ya está en funcionamiento. Se gestiona tanto la ganadería como los cultivos de esta zona y lo hace a través de prácticas ecológicas y autóctonas. Se trata de una iniciativa que persigue revitalizar el sector primario, dar una salida a los jovenes agricultores e impulsar la agricultura sostenible.
La finca tiene una extensión de 4.979.370 metros cuadrados. Todo el producto es ecológico. Se produce aceite y miel. Actualmente se cuenta con 10 caieres pero la idea es llegar a tener entre 50 y 100. En las zonas cultivables se va a sembrar una hectárea y media de algarrobos. También cuentan con un buey y dos vacas mallorquinas dedicadas al pasto recuperando lo que se hacía antaño. Se aprovechan los animales de pasto como herramienta de gestión del territorio realizando una actuación de prevención de incendios ya que es una zona de riesgo.
El gerente de la Cooperativa, Albert Ferrer explicó que «el objetivo es potenciar la venta del producto de Mallorca real, producto de temporada. La iniciativa sale de la cooperativa de Artà. Generamos una agricultura y podemos vender productos de otros agricultores preferentes. Compramos esta food truck, que cumple con toda la normativa sanitaria para hacer una primera elaboración. Así por ejemplo podemos ofrecer batidos de melón, coger unas setas o espárragos y mezclar con huevos de aquí».
En cuanto a los clientes potenciales, Ferrer cuenta que «son los que salen de la playa, los excursionistas o los ciclistas que se paran a comprar o tomar un batido en el mirador ya que ofrece unas vistas excelentes». De cara al futuro hay muchas ideas por parte de la Cooperativa. «Queremos potenciar estos sitios únicos. El año que viene también queremos poner un punto de venta directo en la Ermita de Betlem».