Con la finalidad de saber qué tipo de variedad de viña es la más idónea para sembrar en cada suelo, Vi de la Terra Mallorca está realizando un estudio técnico para conocer las características del suelo donde esta Indicación Geográfica Protegida (IGP) tiene sembradas las viñas. El estudio, financiado por la Conselleria d'Agricultura, Pesca i Medi Natural, lo lidera el profesor de Biología de la UIB e investigador del Medio Rural y Agricultura, Jaume Vadell.
El objetivo es determinar de qué manera los diferentes tipos de suelo condicionan las viñas, desde las cepas, pasando por la calidad de la uva y, finalmente, que se obtenga un buen vino.
Hace unos días, Jaume Vadell, con la ayuda de una retroexcavadora, hizo las prospecciones en la finca es Puig Verd, en Felanitx, donde la bodega 4kilos tiene algunas de sus viñas. Las zanjas tienen la profundidad suficiente para ver todas las capas del suelo que pueden afectar las raíces. Concretamente en estas del Puig Verd se llegó al 1,5 metros, aunque dependiendo de cuándo se topa con la roca pueden estar entre uno y dos metros.
«Es importante la profundidad porque es donde está la reserva de agua más importante para la planta», explica Vadell. «Cada variedad tiene unos requisitos específicos». Vadell, pone como ejemplo paradigmático: el Callet; una variedad local para terres primes donde hay poca agua; una clase idónea para la zona Sur –como Felanitx- de Mallorca, donde llueve muy poco, como este año. Debido a la escasez de agua a la mayoría de viticultores no les ha quedado más remedio que optar por instalar regadío.
El estudio que está previsto esté finalizado el próximo año, permitirá identificar los elementos ambientales comunes que dan identidad a los vinos.
El enólogo de 4kilos, Francesc Grimalt, considera que estas catas –y todo el estudio en sí- es muy importante. «La gestión del suelo es muy determinante en el momento de producir un vino. Cuantos más conocimientos tengamos de nuestro entorno más importante es».
Según Grimalt, de un sitio a otro –aunque sea muy cercano- hay mucha diferencia de suelo. Aquí, es una zona más ‘jurásica'. Es como un fondo marino, no es heterogéneo, encontramos cosas completamente diferentes. Dentro del mismo microclima, utilizando la misma variedad, la misma filosofía, lo que tiene de diferente respecto al vecino –que no es ni mejor ni peor, es diferente- es el tipo de suelo que tengas, el suelo es la gestión del agua».
Los trabajos de prospección empezaron el pasado mes de abril y está previsto que finalicen ahora, en julio, antes de empezar la vendimia. Jaume Vadell y su equipo han visitado terrenos de prácticamente toda la Isla, ya que las viñas de la IGP Vi de la Terra Mallorca se extienden por todo el territorio insular.