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«La artesanía de la llata no se perderá, hay una gran movida»

Esta artesana ‘gabellina' realiza todo el proceso, desde la recogida de las palmas en el Parc de Llevant hasta ponerlas en azufre y diseñar los productos

Yolanda Izquierdo forma parte activa de todo el proceso, desde la recogida de palmas hasta la confección de los productos. | Assumpta Bassa

| Capdepera |

Es una enamorada del campo, de la cultura y de las tradiciones mallorquinas. Yolanda Izquierdo (Capdepera, 1978) ostenta la carta de artesana llatera desde 2021 pero su pasión es muy anterior ya que se dedica a este arte desde que en 2012 asistió a unos cursos de la escuela de adultos impartidos por Tino Adrover donde aprendió a trenzar. Ahora tiene una tienda en Cala Rajada donde vende sus creaciones confeccionadas en llata. Un producto auténtico de la Isla, de principio a fin. Ella forma parte de todo el proceso, desde el primer momento en que recoge el palmito en el Parc Natural de Llevant.

«Hacer llata no me viene de tradición, mis padres no son de aquí. Soy muy campestre. Tengo una barquera en el Parc Natural de Llevant donde voy a arrancar las palmas. Es un espacio protegido y está controlado. Se recolectan a principios del mes de julio. Luego se extienden en el suelo o se cuelgan. Cada seis o siete días se han de girar». Aquí no acaba porque luego viene el secado, poner en azufre o teñir si se quiere dar color. Son muchos los meses necesarios para conseguir un buen material disponible para hacer los productos.

Yolanda Izquierdo (Yolitas.es) es optimista con respecto al futuro. «Esta artesanía no se va a perder porque ahora hay una gran movida. Son muchos los que quieren aprender, jóvenes, mujeres y también los hombres. De hecho yo tengo un grupo que se han apuntado a los talleres».
Y es que además esta artesana enseña a trenzar. El año pasado tenía 17 alumnos y este ha pasado a 50. Muchos van impulsados por el sentimiento de recordar lo que hacían sus abuelas.

Y es que esta actividad tuvo mucha importancia ya que fue uno de los motores económicos de Capdepera hasta los años 60. Suponía el sustento de gran parte de las familias «sirvió para empoderar a las mujeres. Eran ellas las que se dedicaban a trenzar y los hombres también participaban». Se ha creado la asociación Art de la Pauma, de la que es socia. «Se llevan a cabo muchas actividades para dar a conocer esta artesanía».

El precio de los productos no refleja las horas que cuesta todo el proceso. Así que tienen mucho valor. «Cuando alguien me hace un encargo ha de saber que será una cosa muy especial, personalizada y auténtica de aquí».

Y aunque parece fácil cuando uno lo prueba ve que no es tan sencillo. Así también desde el Parc Natural de Llevant se impartieron en el IES de Capdepera unos talleres entre los alumnos para aprender a hacer un punto de libro. «Algunos lo encontraron muy difícil, mientras que otros lo cogieron en seguida». Todo un arte con futuro. Como dice el himno: «Com un feix de paumes som els gabellins, per fer bona llata, portem tots els brins. Cosiu bressos i senalles, ventadors i sarrions, feis que l'art de Capdepera sigui honrat per tot el món».

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