Los olivares de Mallorca presentan una muy buena cosecha de aceituna este año. Los payeses se muestran satisfechos con las expectativas de producción de aceite tras algunos años de campañas más bien mediocres. Josep Oliver, de Sóller, expresidente de la DO Oli de Mallorca, actualmente ya jubilado dice que «se ven olivos muy cargados, tanto en la Serra como en el Pla; cada cuatro o cinco años se produce una cosecha extraordinaria y parece que ésta los será».
Joan Mayol, actual presidente, coincide en que la cosecha apunta a un buen resultado «sin ser extraordinaria como lo fue la de 2018». El técnico y también productor, indica que «las razones por las que asistimos a estos buenos augurios radican en una conjunción de circunstancias positivas para el olivar como son: unas lluvias razonables en primavera; la temperatura no fue elevada hasta que los árboles ya tenían el fruto y no se han producido tormentas de granizo».
Por otra parte, la fruta presenta un buen estado. «Está muy sana porque las elevadas temperaturas son contrarias a la proliferación de la mosca mediterránea. Por ello no hay mosca o hay muy poca en ciertos puntos de la isla», sostiene Mayol.
El presidente de la DO aventura que «la producción de aceite mallorquín de 2023-2024 podría situarse ente los 300.000 y 400.000 litros». Pero a pesar de todos los buenos augurios para la producción de aceite no se prevé una bajada del precio.
«Los productores mallorquines somos como una mosca al lado de un elefante. Nuestra producción en conjunto es superada muchas veces por un solo productor peninsular; por ello nuestros precios siempre se han establecido en base a los costes de producción y no a la oferta y demanda», dice Mayol. Sin embargo, los comercializadores locales de aceite con DO Mallorca esperan aumentar las ventas puesto que «al equipararse los precios del aceite peninsular con los locales hace que muchos consumidores opten, precio por precio, por el aceite mallorquín», explica el presidente.
Josep Oliver afirma categóricamente que «el aceite mallorquín es barato. Si tenemos en cuenta que para elaborar un litro de aceite necesitamos cuatro o cinco kilos de oliva no se puede decir que 10 euros sea un precio excesivo. Los payeses locales tienen que obtener un beneficio y o se repercute el coste de producción en el aceite o tenemos que abandonar». No obstante, Mayol matiza que «se ha conseguido que se nos reconozca la insularidad y eso supone un incremento de las ayudas para el olivar local que esperamos que nos permita abaratar costes».