La ganadería es una de las ramas de la pagesia mallorquina que se encuentra en una situación más precaria. Tan sólo 15 personas se dedican exclusivamente a este oficio y sólo tres no superan los 30 años de edad. Uno de ellos es Miquel Vanrell, ganadero en SAT Son Carbó. En esta empresa cuentan con seis empleados, de los cuales tres son familiares directos y el resto trabajadores que no tienen impacto directo en las vacas.
Tras muchos años dedicándose a esta profesión, Miquel aseguró que lo que más preocupa es el relevo generacional. «La media de edad es de 59 años y no hay jóvenes que quieran trabajar, por lo que nos enfrentamos a un problema muy grave», comentó.
Actualmente en SAT Son Carbó trabajan con más de 500 vacas, las cuáles, 300 se ordeñan diariamente. «En el último mes de marzo sacamos 275.000 litros de leche que vendemos directamente a Agama», comentó. A su vez, reconoció que uno de los problemas nace del precio a los que venden cada litro de leche. «En estos momentos, el precio base está en 58 céntimos y todavía quieren bajarlo más», insistió Miquel.
Por otro lado, se congratuló al hacer balance de la temporada anterior. Cada año son capaces de vender más cantidades de leche. «En 2022 producimos 2,3 millones de litros y las previsiones para 2023 son todavía mejores. Creemos que llegaremos a los 2,5 millones», explicó entusiasmado.
Sin embargo, lo que más ha perjudicado en estos últimos tiempos ha sido la eliminación del IVA a estos productos en los supermercados. «Cada mes perdemos entre 5.000 y 6.000 euros de liquidación», confirmó A pesar de que estas cantidades se las tienen que devolver antes de junio de 2024, en los últimos meses se ven más apretados que nunca.
«No sabemos como ni cuando vamos a ver este dinero, pero hemos perdido una liquidez importante en el día a día al no poder incluirlo en la factura», mencionó Miquel Vanrell. Por otro lado, analizó las reivindicaciones que tienen los 15 ganaderos de Mallorca que siguen en activo. La primera de todas va relacionada con el consumo de productos locales en la hostelería. «Hay que revisar que se cumpla que todos los hoteles y establecimientos inviertan un 3 % de sus compras en productos autóctonos y creo que realmente no se hacen», confesó. Además, añadió que los consumidores tienen que ser conscientes de la importancia que tiene comprar cosas mallorquinas.
«Sabemos que hay gente que lo hace, pero necesitamos que se tenga en valor al producto local», mencionó. Por último, mandó un mensaje a las administraciones para que reflexionen por la falta de ayudas que reciben en los últimos años. «Van con retraso. En 2023 todavía no nos han dado las de 2020 y seguimos trabajando sin una sola ayuda. Es muy complicado seguir así», finalizó Vanrell, que a pesar de las dificultades disfruta del día a día en la fábrica con las vacas que le acompañan.