Estudió Turismo y Empresariales pero decidió dejar de lado su carrera profesional para dedicarse en cuerpo y alma a los trabajos en la vaquería familiar. Desde el año 2018, Joana Mascaró (Campos 1981), empezó a trabajar con sus padres, Francisco y Maria, en la finca de s'Hort de Son Coves, en Campos, para así garantizar la continuidad de la vaquería.
De hecho, Joana Mascaró ha sido una de las impulsoras de la nueva Organización de Productores de Leche Frisona de Mallorca, que se creó hace dos meses, para evitar la desaparición de las 15 vaquerías que hay actualmente en la Isla. Mascaró recuerda que en los años 70 había unas 700 vaquerías en Mallorca y muchas de ellas desaparecieron con la crisis de la leche. «Antes, la mayoría de fincas de Campos tenían vacas y, actualmente, solo quedamos 15 vaquerías en toda la Isla. Con esta nueva organización queremos unir fuerzas para ser más competitivos porque los costes aquí son muy elevados debido a la insularidad».
Otro problema que provoca la desaparición de estas explotaciones de vacas lecheras es la falta de relevo generacional. «Aquí es cuando los que nos dedicamos al sector debemos hacer que las vaquerías sean más atractivas y rentables para garantizar el relevo», apunta Mascaró, que añade que «es un trabajo duro, pero en s'Hort de Son Coves hemos incorporado tecnología que ayuda a hacerlo más fácil».
Con estas palabras, Joana Mascaró se refiere a un robot que se encarga de ordeñar las vacas de manera automática y cuando ellas quieren. También utilizan el sistema de cama caliente para las vacas, mediante el que los animales escogen si quieren estar dentro, fuera, dormir o comer. «Desde hace dos años tenemos el certificado de bienestar animal y con estos sistemas nosotros podemos llevar a cabo los trabajos diarios de la explotación sin que sean tan esclavos».
Pero además de estar al frente de la explotación familiar y de la Organización de Productores de Leche Frisona de Mallorca, Joana Mascaró también es la secretaria ejecutiva de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), es la presidenta de la Cooperativa de Campos y ha sido durante diez años la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de las Baleares.
De hecho, y gracias a su trabajo en pro de la mujer en el campo, Mascaró recibió este pasado martes el Premi Ramon Llull de la Comunitat Autònoma, un reconocimiento por el que se siente muy contenta porque «da visibilidad a la mujer payesa», que siempre ha estado en un segundo plano, incluso hoy en día. Mascaró ve difícil explicar la falta de mujeres en el campo «porque pueden hacer todos los trabajos de la misma manera que lo hacen los hombres». Aún así, apunta que «también es verdad que ahora hay más mujeres al frente de explotaciones que hace unos años».