La canaricultura es una actividad ornitológica–recreativa con una ya veterana tradición en Mallorca. La asociación más antigua de la isla es la de Palma, fundada en 1970. En Sóller existe también una gran afición a esta rama de la avicultura dedicada específicamente a la cría del canario doméstico, una actividad que nació hace siglos –se crían en cautividad desde el siglo XVI– y que cuenta hoy en día con un gran número de aficionados. El solleric Miquel Àngel Socías Hernández (1974) es uno de ellos y hace poco se ha proclamado campeón mundial de esta especialidad. Según explica, «el pasado mes de enero resulté ganador de los tres primeros premios presentándome en el certamen mundial, en la modalidad de postura» y añade que «de las 33 razas que hay de canarios domésticos yo poseo una decena con los que he podido concursar y ganar el último campeonato nacional y mundial».
La afición de Miquel Socías por la cría de canarios empezó cuando solamente tenía nueve años. «Mi padre, Miquel Socías, me introdujo en este mundillo de la cría de canarios domésticos, me regaló uno de estos pájaros y desde entonces dedico mi tiempo libre a su reproducción y cuidado», explica.
Aunque trabaja como mecánico, siempre ha sido aficionado al campo y a la naturaleza. «Mantengo un huerto urbano del que extraigo buena parte del alimento que proporciono a mis pájaros, a los que dedico varias horas al día», afirma satisfecho con los resultados de su dedicación. «No solo me he dedicado a competir y que recientemente también me he titulado como juez internacional de canaricultura y la cría del canario exige también muchos conocimientos teóricos sobre morfología y genética».
El hecho de que uno de sus pájaros haya sido elegido entre los mejores del mundo le llena de alegría, ya que desde el año 2008 participa en el concurso nacional. «Conseguir esta meta supone trabajo, porque hay que preparar bien el animal que vas a presentar. Normalmente, a partir del mes de setiembre empiezo a separar los ejemplares que van a criar y durante los meses anteriores al concurso, que se hace en enero, los cuido muchísimo para que crezcan en las mejores condiciones».
En cuanto a su dedicación al arbitraje, Miquel explica que «aunque hay que conocer las variedades hay que estar especializado en pocas razas.
Hace unos años mi aviario sufrió una enfermedad y perdí el 80 por ciento de los pájaros por lo que tuve que estudiar mucho y fue entonces cuando pensé en prepararme como juez», afirma. La cría de canarios supone también disponer de unas condiciones adecuadas. Según Miquel Socías «no los tengo en casa sino en un espacio especialmente adaptado». Actualmente, está criando 45 parejas, por lo que calcula que a final de temporada «llegaré a tener unos 300 ejemplares», concluye nuestro protagonista.