En el año 1982 nació Fruitcap, una empresa de frutas y verduras instalada en Son Servera. Hace unos años cambió de propietario tomando las herramientas para seguir sembrando y recogiendo lo mejor del campo mallorquín. Hoy sigue operando principalmente en el Llevant y su clientela es mayoritariamente el sector de la hostelería y la restauración. También llega al pequeño consumidor y recientemente ha abierto una tienda en Cala Millor. Su gerente, Joan Xavier García Esteva (Palma, 1990) está al frente desde hace cuatro años. Fruitcap también está asociada a Agroilla. En temporada turística trabajan alrededor de 30 personas. El 90 por ciento de lo que sirven es producción de aquí. «Del campo llega el mismo día a los hoteles o restaurantes. Apostamos por los productos kilómetro cero. Queremos que lleguen con la mayor calidad y frescura al consumidor».
Cuentan con varios socios que reúnen una docena de fincas. Tiene un centenar de clientes sobre todo hoteleros o restaurantes que apuestan por este tipo de productos. «Antes los hoteleros no creían tanto en el producto de aquí pero esta concepción ha cambiado. Ahora se ha puesto de moda el producto local. Los empresarios lo piden como también certificados de calidad. Es lo que busca el cliente. Nos comentan que los propios turistas de cada vez más eligen la producción mallorquina». Fruitcap tiene una amplia oferta. En verano lo que se demanda mas son sandias y melón y en los últimos años el tomate ha ganado protagonismo. «La gente quiere una buena tomàtiga mallorquina». Uno de los productos estrella es la fresa de Manacor que ha ido incrementando la demanda.
Ésta ha sido una temporada un tanto atípica ya que empezó más tarde de lo habitual. «El 80 por ciento de los clientes son hoteles por tanto nosotros estamos vinculados a la ocupación. Ha sido un año complicado pero las previsiones hablan de que la próxima temporada será muy buena». A lo largo de un año se puede llegar a distribuir unos 2 o tres millones de kilos. «En verano incluso hay días que podemos entregar entre 20.000 o 30.000 kilos», explicó el gerente que se muestra «orgulloso de poder acercar productos mallorquines al consumidor final. Las grandes superficies empiezan a apostar por el kilómetro cero. Creo que poco a poco irán cambiando y se apostará mucho más por el producto de aquí».
Para García incentivar el consumo del producto local es muy importante. «Aparte de ayudar a la economía de la isla, crea muchos lugares de trabajo en toda la cadena de producción y la calidad es incomparable. Además la diferencia de precio no es tanta».
La empresa, como tantos otros muchos sectores, se vio tocada por la pandemia. «Han sido tiempos difíciles. No teníamos clientes ya que los hoteles y restaurantes estaban cerrados. Durante este tiempo incorporamos el servicio a domicilio como una opción para los ciudadanos».