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«Nos diversificamos porque la demanda del caracol no es estable»

Carlos Mut mantiene el carácter familiar de una empresa que ha sabido adaptarse a las exigencias de los nuevos tiempos

Las innovaciones de Carlos Mut en su empresa familiar se pueden conocer en la web www.mascaracol.es. | Redacción Part Forana

| Palma |

Después de una larga temporada como patrón de altura, Carlos Mut (Palma, 1985) dio un cambio radical a su vida para dirigir la empresa familiar Más Caracol, fundada en 1990 por su tío Bernat Ramón Torrens. Más Caracol tiene su centro de operaciones en una nave de 600 m2 en el polígono industrial de Binissalem. Inicialmente esta empresa se dedicó exclusivamente a la distribución de caracoles. Ahora es la líder en la distribución de gasterópodos en Mallorca: abarca restaurantes, pequeño comercio y particulares.

El caracol es un prodcuto muy apreciado en la gastronomía mallorquina ya que se puede incluir en una multitud de platos de arroces y guisos, además del suyo propio. La fecha clave del consumo es Sant Marc, el 25 de abril. Un dato que corrobora el liderazgo de la empresa de Mut en este sector es la distribución de alrededor de 12.000 kilos de caracoles durante el pasado Sant Marc.

En el año 2020, Carlos Mut cogió las riendas de la empresa familiar ya que «tenía inquietud por embarcarme en un nuevo reto y transformar el negocio familiar adaptándolo a las circunstancias actuales». Desde entonces, la oferta de la empresa ha experimentado algunos cambios al introducir productos como sepia, calamar, musola, callos,etc. «Nuestro objetivo con la ampliación de la oferta es lograr una tendencia más estable, puesto que en los meses de verano baja ligeramente el consumo del caracol». Aunque la empresa ha diversificado la oferta, su principal producto sigue siendo el caracol. Carlos Mut explica que el caracol es un producto que requiere de un laborioso proceso.

«Nosotros los compramos en granjas de dentro y fuera de nuestras fronteras. Después lo mandamos a las fábricas para que los traten. Ofrecemos un producto final limpio, y precocido, con todo su sabor». Mut ofrece el caracol congelado y no vivo por motivos sanitarios. «Vivo no queda limpio del todo; congelado, el consumidor necesita menos tiempo para procesarlo. Nuestro empeño es que el cliente lo disfrute, y es imprescindible ofrecer todas las garantías de conservación óptimas». Para conseguirlas, los caracoles son escaldados a 95ºC y congelados IQF, servidos en bolsas termo selladas y distribuidos en cajas de cartón de uno; 2,5; cinco y 10 kilos.

La oferta de caracol congelado radica en las variedades hélix otala (variedad cabrilla), hélix aspersa (variedad bover), hélix theba (variedad blanquillo). Mut recomienda congelarlos a una temperatura aproximada de –18ºC y «no volver a congelarlos una vez descongelados». Su caducidad es de 24 meses desde la primera congelación. Hay calidades económicas y otras ‘premium'. La pandemia ha sido «una oportunidad en un mal momento», explica Mut. «Nos ha obligado a reinventarnos y a implementar servicios como el reparto a domicilio, algo muy bien recibido por los clientes». Ahora Mut quiere extender su negocio al resto de las Islas.

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