Dicen que una de las mejores vitaminas para el cuerpo las aporta la naranja. Por eso es bueno comerlas durante todo el año y mejor si van directamente del árbol a la mesa, sin pasar por la cámara, o al menos pasando el menor tiempo posible. Aunque ahora hay naranjas prácticamente todo el año, el invierno es la temporada por excelencia.
Por ello es costumbre que muchos particulares tengan sembrados naranjos para consumo propio y más si tienen un terreno en fora vila. Es el caso de Nofre Llinàs que en su finca de Son Pol, en Felanitx, tiene sembrados de tres variedades diferentes: satsuma (que no tiene pepita), washingtona navel y clementina. Los árboles se plantaron hace unos 40 años pero con un buen cuidado todavía dan una buena producción anual.
La satsuma es la variedad más temprana, y entre finales de septiembre y principios de octubre ya se puede empezar a recoger; después está en su punto la clementina y posteriormente la washingtona navel.
El trabajo sobre el terreno es constante. «Les pongo un poco de estiércol, un poco de hierro y me encargo de que estén regados considerablemente», explica Nofre. Al naranjo no le gusta que le labren la tierra cerca del tronco ya que tiene las raíces muy superficiales y se dañan. Por ello, Nofre Llinàs, lo que hace es desbrozar la hierba dos o tres veces al año y deja lo desbrozado en el suelo. Ayuda así a mantener la humedad de la tierra y con el paso del tiempo, además, se convierte en abono. El estiércol se tiene que poner debajo de la copa del naranjo, en la parte de fuera, no muy cerca del tronco.
También es muy importante la poda, que se hace a finales de marzo o principios de abril cuando ya no hay peligro de fuertes heladas. «Los arreglo cada año, principalmente vaciándolos por dentro para que el sol entre bien y así las naranjas maduran mejor por todo el árbol. Es muy importante quitarle todos los ‘chupones' que le van saliendo en el interior y evitar que se tapone de ramas», añade. Esta poda también le ayuda a evitar que tenga enfermedades como el poll.
Otro aspecto importante a tener en cuenta para una buena producción y evitar que las naranjas se caigan del árbol es combatir la mosca blanca –principalmente– u otros insectos que las atacan, por ello los «pulverizo una vez al año con un producto específico», aclara. Además «dentro de una botella de plástico que cuelgo del árbol pongo un poco de cerveza con azúcar. Esto atrae a muchos bichos, principalmente la mosca blanca que las pica», explica Nofre Llinàs.
Este año los naranjos están muy vigorosos y con una muy buena producción. Si la climatología no lo estropea puede considerarse una buena añada.