Hay setas de muchas clases. Unas que nacen y se reproducen de forma natural y otras que se siembran a partir de un inóculo y se cultivan. Unas son comestibles y las otras no. Sobre cómo se cultivan las aptas para consumo humano y contar con una producción profesional, el biólogo catalán y especialista en micología, Enric Gracia –conocido mediáticamente por su programa en TV3 durante 13 años Caçadors de bolets ha impartido un curso en Mallorca, organizado por la asociación Apaema.
El curso ha contado con mucho interés por parte de los numerosos asistentes. En su introducción a la micología, Gracia explicó que un bolet libera unas 200.000 esporas (semillas) por minuto, hecho que es muy elevado –una barbaridad, se puede considerar. El experto también hizo hincapié en que las setas son unas grandes consumidoras de celulosa, nutrientes y de agua, hecho que se tiene que tener en cuenta si uno quiere cultivarlas.
Para hacerse una idea, dentro de un dado de tierra de encina hay todo un entramado de micelios –la parte vegetativa (el cuerpo) y la seta en sí es la florque colocados uno al lado de otro, la hilera llegaría hasta los seis kilómetros, también una exageración de lo que puede llegar a producir.
El experto Enric Gracia.
Según Gracia, son muchas las variedades de setas que se pueden comercializar, por ejemplo, el shiitake (o seta china), además de las diferentes gírgoles (de cap, de fel·lera , de poll, de algarrobo, de higuera…) En cambio, no incidió en los champiñones al considerar que su comercialización hoy día no es rentable porque en Holanda producen en cantidades muy elevadas y a muy bajo precio.
En cuanto a las técnicas de producción, de sobre qué sustratos se pueden inocular hongos, Gracia comenta que se puede cultivar directamente sobre troncos o balas de paja, serrín, huesos de aceituna, ramas de acebuche, en rapa de vinificación, corteza de pino, cáscara de almendra, … En teoría sobre cualquier materia orgánica siempre que haya un equilibrio entre la parte de carbono y la parte de nitrógeno.
Así, una parte muy importante del curso se centró en ver que cualquier sustrato bien empleado y bien experimentado puede funcionar para que sobre él crezcan bolets.
Los saprófitos son los que crecen sobre restos orgánicos y los micorrízicos son los que establecen una conexión con las raíces de los árboles, el árbol aporta azúcares y la micorriza le aporta nutrientes que absorbe de la tierra, formando una simbiosis que se reproducen muchísimo; un ejemplo claro son los esclata-sang.
Otro micorrizo que se podría intentar cultivar y que Mallorca es clima y tierra propicia, son las trufas (las hay de bastantes tipos), asociada a la encina y en zonas donde llueva por encima de los 500 litros, o sea, la zona de la Serra sería la más idónea. Además, requiere de tierras calcáreas.