El hermanamiento entre Palma y Perpinyà hizo que una comitiva formada por medio centenar de mallorquines se desplazara hasta la capital del Rosselló para, además, conmemorar el 700 aniversario de la muerte del rey Sanxo I ‘El Pacífic’, en 1324.
La Reial Acadèmia Mallorquina d’Estudis Històrics, presidida por el doctor Román Piña, fue la promotora de esta iniciativa, a la que se sumaron la Unión de la Nobleza del Antiguo Reino de Mallorca y el Círculo Mallorquín, presidido por Ignacio Deyá. A ese grupo de sumó una representación institucional encabezada por el alcalde de Palma, Jaime Martínez; los regidores del PP Javier Bonet y Luisa Marqués; y los ediles de Vox en Cort Fulgencio Coll y Gari Durán.
También estuvo representado el Consell, con su presidente LlorençGalmés –que como Román Piña pronunció un discurso en mallorquín en la catedral de Perpinyà– y su conseller Toni Fuster. El alcalde Louis Aliot, que ejerció de anfitrión, ofreció una cena de gala a la delegación mallorquina en el Palacio de Congresos.