Ara Malikian ha sido este miércoles el invitado de Planeta Calleja. El conocido violinista ha viajado junto a Jesús Calleja a Armenia, una visita en el que el libanés ha podido conocer de cerca sus raíces ya que muchos de sus familiares son de origen armenio. «Me ha cambiado la vida porque hemos vivido cosas extremas que me han molado muchísimo. He aprendido a disfrutar de la naturaleza, algo que me he perdido durante 53 años. A partir de hoy vamos a ser un poco más felices», ha asegurado el músico.
Un viaje en el que Ara se ha abierto con el comunicador y le ha contado los duros momentos que vivió en su infancia. «Era una época de follón en todo el mundo, con la Primera Guerra Mundial y donde nadie controlaba lo que pasaba en Armenia. Toda mi familia paterna murió menos mi abuelo. Por parte de mi madre, mi abuelo era una especie de héroe y salvó a toda su familia», señaló. Y es que siendo tan solo un niño, Malikian vivió la guerra en primera persona.
«Mi infancia fue muy buena hasta que con siete años estalló la guerra. Pasamos días y semanas viviendo en sótanos, veíamos a los muertos por la calle y perdí a muchos conocidos, entre ellos a un primo», explicó a Calleja. La guerra también estuvo muy presente en su decisión de dedicarse al violín: «Mi abuelo se salvó del genocidio porque una banda europea de músicos le dejó un violín para que fingiese ser parte de la banda. Él se hizo pasar por músico y pudo escaparse con ellos».
Una pasión que en su familia se ha transmitido generación tras generación: «Toco el violín desde antes de nacer porque mi padre estaba obsesionado con que lo tocase». Respecto a su vida en Europa, Ara llegó a Alemania gracias a una beca que consiguieron sus padres. Unos comienzos que fueron complicados, ya que le costó integrarse: «Estaba acomplejado por no ser europeo y hasta llegué a disfrazarme para parecerlo. Me alisaba el pelo, me depilaba las cejas y hasta me cambiaba mi nombre».