Escándalo en la versión neerlandesa de La Voz, que este sábado anunció que paraliza sus emisiones a la vez que iniciaba investigaciones inmediatas por las denuncias sobre «conductas sexualmente transgresoras» y «abuso de poder» en torno al concurso. Según informa El País, el rapero Ali Bouali, coach del talent desde 2013, también en su versión Kids, ha sido demandado por presunto acoso sexual y abuso de poder.
Según el diario, el representante del artista asegura que «nunca abusó de su poder y tampoco se ha comportado de forma inapropiada desde el punto de vista sexual». Además, el pianista Jeroen Rietbergen, líder del grupo musical que colabora con el concurso musical, ha presentado su dimisión tras admitir haber tenido «contactos sexuales con mujeres relacionadas con The Voice of Holland».
Aunque asegura que no se dio cuenta en su momento de su posición de poder, dice que pensó «que el contacto era recíproco y en igualdad de condiciones». «Veo ahora que las mujeres en cuestión pueden haberlo sentido de otra manera», admite el pianista, que pide «sinceras disculpas». En un comunicado, RTL, la cadena donde se emite el talent, informa de que las transmisiones de las emisiones de la nueva temporada quedarán suspendidas «hasta que se aclare más» y concluya la investigación.
«Nos tomamos esto muy en serio. Los participantes, los empleados, todos deben poder trabajar con total seguridad. No hay lugar para la interpretación en esto. La prioridad ahora es poner los hechos sobre la mesa», señala.