Toni De Pascual, el concursante mallorquín de Masterchef 9, se convirtió este martes en el décimo expulsado. El aspirante a chef se enfrentó Arnau en la prueba de eliminación, pero no logró superar el curry de langostinos de su contrincante.
El mallorquín se fue «el corazón roto», tal y como él mismo confesó. Eso sí, demostró su deportividad al reconocer el trabajo de su compañero: «Ha sido mejor que yo, hay que felicitarle».
Por su parte Arnau, que consideraba a Toni su mayor rival, aseguró que su expulsión le generaba sentimiento encontrados: «Es quitarme el rival más fuerte, pero también la motivación de ir persiguiéndole, es un sentimiento agridulce».
En una entrevista concedida a Ultima Hora, Toni De Pascual explicó que su experiencia en el programa «fue increíble, sobre todo una vez que conseguí el delantal y entrar en el programa. Es verdad que fue agotador, pero una maravilla».
El mallorquín aclaró que nunca había trabajado en restaurantes y que tampoco había recibido clases de cocina. «He aprendido de mi madre y de mi padre, que cocinan de maravilla, viendo vídeos y programas de cocina», indicó. Eso sí, su objetivo es poder formarse en restaurantes de categoría, «eso sería un sueño hecho realidad».