El cantante Alejandro Sanz se ha pronunciado este jueves en relación a las acusaciones vertidas públicamente por Ivet Playà, seguidora suya y exempleada, quien relató en redes sociales haber vivido una experiencia negativa tras conocer al artista. Dos días después de hacerse viral el testimonio de la joven barcelonesa, Sanz ha elegido compartir en sus historias de Instagram su versión de los hechos, reafirmando que nunca ha incurrido en los comportamientos de los que se le señala.
La controversia surge a raíz de un vídeo compartido por Ivet Playà en TikTok, donde explica cómo, «con tan sólo 18 años», comenzó a seguir los pasos del cantante. «Sabía perfectamente lo que yo era: una niña que con 19 años se puso a trabajar de dependienta para recorrerse toda España, detrás de él... Me hice 10 conciertos en un mes y medio y él lo sabía». Según la joven, ese acercamiento y posterior relación con Sanz le llevó a mudarse de Barcelona a Madrid, para trabajar finalmente junto al artista.
Comunicado de Alejandro Sanz
En el mensaje publicado este jueves, Alejandro Sanz comienza dirigiéndose directamente a Ivet Playà: «Ivet, yo tenía un recuerdo muy bonito de nosotros dos, personas adultas que compartiendo su cariño, siendo libres». El artista expresa su pesar por el actual distanciamiento: «Qué pena que este sentimiento se haya roto ahora». Sanz explica que, recientemente, la joven le propuso participar en un proyecto profesional vinculado a su familia y que, tras consultarlo con sus asesores, rechazó la propuesta en el mes de mayo. «Siento que tu reacción sea esta, pero quiero que sepas que nunca he sido partícipe de estas prácticas y así seguiré toda mi vida», expone en su comunicado el cantante madrileño.
El cantautor, por tanto, sugiere que la negativa a ese proyecto pudo haber motivado las recientes declaraciones de Playà, pero recalca: «Te deseo encuentres pronto tu camino y felicidad». Trasladando así un mensaje de cierre y respeto acerca de cualquier contacto futuro.
La versión de Ivet Playà y el relato viral en TikTok
Ivet Playà, barcelonesa de 23 años en la actualidad, compartió en la citada red social un testimonio donde acusa a Sanz de «conductas inhumanas» y de haberla sometido a «espionaje». Sostiene que cuando se trasladó a Madrid, notó vigilancia en las conversaciones privadas que mantenía con el artista: «En esa época no sé realmente el motivo, pero nos espiaban las conversaciones que manteníamos por privado. La verdad es que, yo, al menos, no tengo nada, ni tenía nada que esconder».
Según Playà, la relación profesional con Sanz habría evolucionado hacia una relación personal: «Los encuentros pasaron de ser profesionales a ser íntimos y sexuales». Asegura, además, que su experiencia fue traumática: «Se suponía que estaba viviendo un sueño, pero la realidad es que se convirtió en una terrible pesadilla [...] Me siento engañada, utilizada, humillada e incluso, sucia porque no sé quién ha podido llegar a ver lo que yo le mandaba en mi más absoluta e íntegra intimidad».
Fuentes cercanas al cantante han declinado hacer comentarios más allá de lo reflejado en el comunicado oficial, manteniendo la línea de discreción características de la vida privada del artista. El equipo de Sanz ha señalado que continuará sus actividades habituales y que no facilitará declaraciones adicionales sobre este asunto.
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